
El salto de calidad de la banda ancha que protagoniza España en estos días marcará un antes y un después en el sector. Si alguien quiere contratar una nueva línea de fibra óptica con Telefónica u Orange debe saber que la velocidad mínima se establece a partir de ahora en los 100 megabytes por segundo (megas, Mbps).
No se puede elegir una velocidad inferior con estos dos operadores. Ambas compañías anunciaron días atrás su intención de duplicar gratuitamente la velocidad de sus respectivas súper banda ancha a todos sus clientes, y sin que estos tengan que solicitar nada. Esa iniciativa beneficiará a más de 5,6 millones de clientes (3,4 millones de Telefónica y 2,2 millones de Orange), lo que viene a ser el 38% del total de las líneas de la banda ancha patria y el 82% del parque nacional de fibra óptica.
Es decir, los clientes de Telefónica de 50 Mbps pasarán a 100 Mbps a partir de finales de mayo, mientras que en Orange sus usuarios de 50 Mbps pasarán a 100 Mbps, los de 300 Mbps a 500 Mbps y los de 500 Mbps crecerán hasta el 1000 Mbps (un giga), siempre con tránsitos simétricos (la misma fluidez en el tráfico descendente como ascendente de la Red).
Época dorada de internet
Gracias a la referida ofensiva de Telefónica y Orange, España está disfrutando del inicio de la primavera más feliz que se recuerda en materia de conectividad. Nunca antes en la historia de las telecomunicaciones se había producido nada comparable en cuando a calidad y cantidad del servicio de acceso a internet, tanto en banda ancha fija como móvil.
Las miradas apuntan ahora a Vodafone, que podría seguir la estela de sus más directos competidores con un movimiento dirigido en la misma dirección, para así evitar una posible fuga de clientes atraídos por los referidos reclamos del mercado. Por lo pronto, la velocidad de entrada en el mercado de Vodafone se encuentra en los 50 Mbps simétricos, igual que MásMóvil y las segundas marcas de Orange, incluido Jazztel.
Pero si generoso ha sido el impulso de la banda ancha fija, la conectividad móvil también disfruta de un momento de especial dulzura. Así, la compañía Yoigo (perteneciente al grupo MásMóvil) rompió a principio de mes todos los moldes del sector con la primera tarifa plana ilimitada de los datos móviles. Esta oferta, habitual entre los operadores del norte de Europa, desembarca ahora en España con las mayores expectativas de negocio, por parte de sus promotores.
Vodafone explora el mismo territorio de las tarifas infinitas de datos con la ampliación de sus planes Pass, que ofrecen tráfico ilimitado para la gran mayoría de las aplicaciones y contenidos: música, vídeo, mapas, que se añaden a otros ya habilitados como redes sociales. El mismo operador ya ofrecer conexiones de 4G+ con velocidades de 336 Mbps/50 Mbps de bajada y subida.
Por su parte, en el negocio de banda ancha móvil, Telefónica propone compartir la conectividad entre varias líneas móviles asociadas a Fusión, al tiempo que mantiene la ralentización de la velocidad cuando se agota el saldo.