El cofundador de Google Larry Page ha centrado buena parte de sus inversiones en buscar cómo reinventar el transporte de las personas en las ciudades a través de vehículos voladores. Ahora, Kitty Hawk, una de las dos empresas que respalda económicamente para tal fin ha desvelado su primer vehículo: un cruce entre un dron gigante y las motos aerodeslizadoras de Star Wars.
Este vehículo ha sido bautizado como el Flyer y acerca el concepto de moto voladora a un escenario más real, eso sí con matices. Aunque se pondrá a la venta este mismo año y sin necesidad de tener licencia de piloto sólo podrá ser volado en áreas descongestionadas, con lo que su utilidad real es limitada.
Otro de los incovenientes que tendrá la aeronave será su precio, ya que parece que se quedará en un capricho para ricos. Aunque la compañía no ha anunciado cuál será su precio final, ya ha anunciado que ofrecerá un descuento de 2.000 dólares a los primeros que se apunten a la lista de espera para comprarlo, trámite que además conlleva el desembolso de 100 dólares.
El Flyer de Kitty Hawk es un "avión totalmente eléctrico" que puede aterrizar y despegar desde tierra o agua y la compañía asegura que se contraola de forma intuitiva con la que cualquiera puede "aprender a volar con seguridad en cuestión de minutos". Para hacerlo, cuenta con ocho rotores que permiten transportar a una persona sentada de 100 kilos.
Se controla gracias a dos manillares, como si fuese una motocicleta, y lo que parece una pantalla táctil gigante. Se eleva hasta una distancia de 4,5 metros y permite volar a una velocidad de 40 kilómetros por hora.
La compañía ha explicado que cuando salga al mercado tendrá una estética distinta a la mostrada en el prototipo, adelantando así que el diseño estará más cuidado y no parecerá un dron gigante con manillar y patines.
