
El empresario Jeff Bezos ha dado a conocer a través de las redes sociales los nuevos cohetes orbitales de su empresa aeroespacial Blue Origin, que llegan para competir directamente contra los Falcon de SpaceX, propiedad de Elon Musk.
Bautizados como New Gleen, en homenaje al primer estadounidense en llegar al espacio -John Glenn-, lo primero que llama la atención de las nuevas naves de la compañía es su tamaño, y es que tanto la versión de dos fases como la de tres miden 82 y 95 metros, respectivamente. Con éstas dimensiones, sólo se sitúan por debajo en tamaño de los 110 metros de la Saturn V, cohete que empleó la NASA entre 1967 y 1973 para las misiones Apolo y Skylab.
Más allá del tamaño, la potencia de estos nuevos cohetes será de 1,75 millones de kilos, reseñablemente menos de lo previsto por el próximo modelo de SpaceX, la Falcon Heavy. Eso sí, ambas compañías apuestan por un modelo claro para llegar al espacio: los cohetes reutilizables.
De este modo, tanto Bezos como Musk quieren impulsar la carrera aeroespacial, no sólo para transportar satélites o material al espacio, sino abrir la posibilidad de una colonia humana fuera del entorno terrestre, tal y como el CEO de SpaceX proyectaba hace meses.
En un comunicado a The New York Times, el propio CEO de Blue Origin reconocía que "nuestra visión es que millones de personas vivan y trabajen en el espacio, y New Glenn es un paso muy importante para hacerlo", y es que los nuevos cohetes estarán optimizados tanto para el transporte de materiales o satélites como para incorporar una cápsula tripulada.
La apuesta por la implantación de una carrera por el desarrollo y perfeccionamiento de los cohetes reutilizables es clave para hacer bajar el precio y aumentar la frecuencia de los viajes espaciales. "La reutilización es un total cambio en el escenario de juego. Ecomo pasar de la vela a la máquina de vapor, o de ir a caballo para conducir un automóvil", explicaba al diario el presidente de la consultora espacial NexGen Space, Charles Miller.