Dice el refranero que el río "Pisuerga lleva el agua y el Duero la fama". Y algo muy parecido ocurre estos días en la industria de la telefonía móvil, deslumbrada en gran parte por los terminales de alta gama de cada marca, pero enriquecida gracias a los dispositivos de precios por debajo de los 400 euros.
Las altas prestaciones, esmerados diseños y precios contenidos son algunos de los reclamos que la gama media ofrece al gran público para renovar su teléfono. Buena prueba de esta tendencia se puso ayer de relieve en las jornadas previas al IFA, la mayor feria tecnológica de Europa, que durante la próxima semana se celebra en Berlín (Alemania).
Al frente del pujante ejército de terminales de gama media destaca la compañía china Huawei, el segundo fabricante en ventas en España y tercero del mundo, que ayer desveló los modelos Nova y Nova Plus, disponibles a partir de octubre con un precio de 400 euros.
Los dos smartphones incorporan tecnología que hasta el momento parecía exclusiva los terminales premium, como sensor de huellas para reforzar la seguridad. De la misma forma, también cuentan con conectividad USB tipo C, resolución de pantalla Full HD y un contraste que supera en un 35% al del iPhone 6, según destacó ayer el gigante chino.
Motorola (propiedad de la china Lenovo) presume en el IFA con su Moto Z Play, también con lector dactilar, batería de 3.510 mAh, propia de los equipos de alta gama, y una cámara trasera de 16 megapíxeles con una luminosidad de f/1.8.
ZTE apuesta en este mismo segmento de mercado por móviles con marcos ni biseles y precios competitivos. Su principal arma es el Axon 7 Mini, equipado con dos altavoces frontales, y fiel representante de la gama media.
Basta con consultar el último estudio de Idealo.es para valorar la pujanza de la clase media impulsada por los fabricantes chinos, compañías que ya acaparan el 28,4% del mercado total de móviles en España.
