
La autoridad de protección de datos francesa ha dado tres meses a Facebook para que deje de realizar un seguimiento de la actividad web sobre aquellos usuarios que no pertenecen a su plataforma así como la finalización de la transferencia de datos a Estados Unidos tras la anulación del acuerdo Safe Harbour o Puerto Seguro.
La principal preocupación del regulador francés tiene que ver con el seguimiento que la compañía tecnológica realiza sobre los usuarios que no tienen cuenta en Facebook y visitan páginas públicas de su plataforma. Se trata de un procedimiento que no cumple con la ley de privacidad francesa.
La red social realiza este seguimiento gracias al uso de cookies colocadas en los navegadores de estos internautas para la recopilación de su información con el objetivo de ofrecerles anuncios personalizados sin su consentimiento.
Sin embargo, este no es el primer caso pues Facebook tuvo que detener el seguimiento de los no usuarios cuando Bélgica también emprendió acciones legales contra la tecnológica el año pasado. Mientras que Alemania también se vio obligada a actuar contra el funcionamiento de Facebook declarando ilegal la función de 'encontrar amigos'. El motivo se debe a que la red social accedía a las direcciones de email de los usuarios para convertir a los contactos de éstos en usuarios y ofrecerles publicidad intrusiva.
Tres meses de plazo
El acuerdo Safe Harbour fue declarado ilegal el pasado mes de octubre y el TJUE estableció como fecha máxima para alcanzar una solución hasta el 29 de enero, un plazo que ya ha terminado. Por esta razón, el regulador francés ha emprendido acciones legales contra Facebook ya que continúa transfiriendo datos a EEUU bajo dicho acuerdo.
Francia le ha dado tres meses a la tecnológica para cumplir con las normas de privacidad. En el caso de no cumplir con el plazo acordado, la compañía estadounidense podría enfrentarse a una sanción de hasta 150.000 euros, según ha declarado la Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL) en Francia.