Después de que artistas como Taylor Swift o Adele hayan evitado colgar sus últimos discos en Spotify, la plataforma de música en streaming estaría planteando dar un giro a su estrategia yendo más allá del modelo freemium y la suscripción de pago.
En concreto, según publica The Wall Street Journal, la compañía está comenzando a probar una opción que sólo permitiría escuchar los últimos discos de los artistas a aquellos usuarios que tengan la suscripción de pago, siendo imposible la escucha para los que lo hacen de forma libre y con anuncios durante un tiempo determinado.
En principio esta restricción se mantendría durante un tiempo determinado por el artista, aunque la fuente a la que se refiere el diario apunta que aún no se habría determinado ni la forma ni el tiempo que se establecería para este tipo de contenido cerrado a unos usuarios.
La plataforma está barajando cómo llevar a cabo esta medida, y si finalmente se produce, para que la decisión no afecte a su base de usuarios ya que teme que pueda llegar a afectar a las tasas de uso y a una huida de los suscriptores premiums. El esfuerzo de la compañía no estaría tanto en evitar que éstos huyan sino en conseguir que pasen al modelo de pago.
Lo cierto es que acabar con el modelo libre con anuncios de Spotify es una de las grandes pretensiones de la industria discográfica en los últimos tiempos. Los sellos discográficos ven en el modelo de pago el verdadero motivo para apostar por el streaming, pues consideran que es el único sistema que les podría repercutir en mejores beneficios en sus cuentas.
