Orange España solo dispone de la semana que ahora comienza para convencer a la Comisión Europea (CE) sobre la virtudes de la compra de Jazztel. Lo que no haga en los próximos días difícilmente lo hará más adelante. La culpa la tiene el calendario de la operación, que no parece que se pueda estirar más de lo que ya lo ha hecho.
De esa forma, las próximas horas se presumen decisivas para la suerte de un proceso regulatorio que comenzó en septiembre de 2014, cuando Orange acordó la compra de su rival Jazztel a través de una opa amistosa por importe de 3.400 millones de euros.
Según ha podido saber elEconomista de fuentes conocedoras de la situación, la Comisión Europea dispone hasta el próximo 1 de junio para resolver a favor o en contra sobre la operación. Pero para que todo lo anterior suceda deberían darse por cerradas las negociaciones antes del próximo jueves, 30 de abril, justo la víspera de la festividad del Primero de Mayo.
Las siguientes cuatro semanas se destinan de forma exclusiva a la redacción de la resolución de la Comisión de Competencia, con sus correspondientes condiciones, así como la preceptiva consulta a los principales jugadores del mercado. De hecho, según indican fuentes del mercado, "la Comisión todavía no ha cerrado completamente el paquete de remedios y condiciones con Orange".
Aceptar la integración
La Comisión Europea estaría dispuesta a aceptar la integración de Jazztel en Orange -con la consiguiente reducción del número de grandes operadores de telecomunicaciones en España-, con la condición de que se impulse la creación de un nuevo jugador capaz de competir con los tres grandes del negocio: Telefónica, Vodafone y Orange. Para que eso suceda, esa cuarta compañía de telecomunicaciones adquirirá las redes redundantes fruto de la unión de Jazztel y Orange. Las miradas apuntan a MásMóvil y Yoigo, aunque en el proceso también se encuentra Euskaltel y Telecable. No obstante, según ha podido saber este periódico, la Comisión Europea podría autorizar la compra de Jazztel por Orange sin conocer el nombre de ese cuarto operador.
Según ha podido saber elEconomista, la Comisión Europea se ha inclinado a acordar una solución parecida a la que se acordó en su momento para Telefónica en Alemania con la compra de E-Plus. Bruselas instó al grupo español a encontrar un operador que adquiriera el 20% de las redes móviles y vinculó esa circunstancias a la aprobación de la compra. Y así ocurrió con el operador virtual Drillisch, destinario de los referidos remedios.
Brusuelas está ultimando de acordar la solución con Orange de forma que prevé aprobar la compra de Jazztel, pero condicionada a determinadas cuestiones de obligado cumplimiento. Es decir, Bruselas no entrará si tiene que ser MásMóvil o Yoigo el destinatario de los remedios, sino que simplemente dará el visto bueno a la operación, pero esta solo se podrá formalizar cuando Orange documente que los remedios propuestos se han aplicado de forma correcta.