Tecnología

Orange acude a Bruselas con cuatro grupos interesados en sus redes redundantes

Orange acude estos días a Bruselas con cuatro interesados en adquirir las redes redundantes que dispondrá en cuanto se apruebe su integración con Jazztel. Además de MásMóvil y Yoigo, que ya habían reconocido su interés en dichos activos, también se encuentran en el mismo proceso Euskaltel y Telecable. Los dos operadores de cable del norte cuentan con escasas posibilidades de éxito, dado el alcance autonómico de sus actuales ofertas, pero eso no les impide participar en los test de mercado realizados sobre la operación.

Según explican fuentes conocedoras de las negociaciones, las compañías vasca y asturiana forman parte de la parrilla de salida, con el objetivo de convertirse en el cuarto operador que demanda la Comisión de Competencia para permitir la venta de Jazztel a Orange.

Otras fuentes explican a elEconomista que Orange podría obtener el visto bueno de la Comisión sin haber decidido el adjudicatario de los remedios que prevé imponer Bruselas. "La CE podría autorizar la compra de Jazztel condicionada a la existencia de un operador con capacidad de generar competencia en el mercado español de las telecomunicaciones convergentes", añaden. Algo parecido ya sucedió en Alemania, cuando Telefónica obtuvo el permiso regulatorio para adquirir E-Plus, condicionado a la irrupción de un nuevo operador reforzado con el 20 por ciento de las redes móviles de las dos compañías integradas. Finalmente, ese jugador llamado a dinamizar la competencia en el mercado germano fue el virtual Drillisch.

Un mes de negociaciones

Al margen de lo anterior, los representantes de Orange encaran la recta final de unas negociaciones que se deberán resolver el próximo 30 de mayo. Hasta ese día restan seis semanas, aunque el último mes apenas cuenta a efectos operativos. Tradicionalmente se reservan cuatro semanas para realizar la procelosa redacción de la documentación con la que argumentar la conveniencia de la operación. Por lo tanto, Orange España sólo dispone de dos semanas para convencer a Bruselas de sus nobles intenciones.

Semejantes premuras no parecen inquietar a Orange sobre la satisfactoria resolución de la compra. El pasado viernes, en un encuentro informativo, los directivos de Orange mostraron su optimismo sobre dicha operación, pero sin realizar valoraciones sobre el mismo al tratarse de un asunto confidencial.

En el póker de candidatos para adquirir las redes redundantes de Orange-Jazztel sobresale MásMóvil. El operador virtual dispone de suficiente crédito en Bruselas, pese a contar con menos clientes (300.000) que Yoigo (cuatro millones). Los responsables de Competencia tienen motivos para valorar el virtual que dirige Meinrad Spenger como un posible jugador alternativo con recorrido. A su favor juega la experiencia de MásMóvil tanto en redes fijas como en móviles, así como el conocimiento de las mismas debido a los acuerdos que actualmente mantiene la compañía con Orange y Jazztel. La firma del Mercado Alternativo Bursátil también atesora un accionariado comprometido en el negocio y un acceso a financiación que se presume suficiente para los retos del futuro.

Yoigo también cuenta con opciones de reforzarse como cuarto gran operador integrado, pese a que los planes de esa compañía históricamente "en venta" levantan recelos tanto en los organismos comunitarios de Competencia, como en Orange España.

"MásMóvil tiene claro su cometido en el futuro escenario español de las telecomunicaciones, mientras que Yoigo está más pendiente de venderse a buen precio antes que de invertir en el desarrollo de su negocio", indican otros observadores consultados.

La mayor parte de la red duplicada de Orange y Jazztel se corresponde con conexiones de ADSL, donde ambos operadores están coubicados en las mismas centrales de Telefónica. No sucede lo mismo con la fibra, debido al exiguo despliegue de Orange y Jazztel de esta tecnología en la mayor parte del país.

Orange acordó en septiembre de 2014 la compra de Jazztel por 3.400 millones, operación que quedó condicionada al visto bueno de la CE. Los trámites se complicaron a finales del año pasado, cuando Bruselas decidió analizar la compra en profundidad. Al inicio de la primavera, el departamento que dirige la comisaria Margrethe Vestager decidió parar el reloj, para solicitar información complementaria. Por todo lo anterior, y si no se producen más contratiempos, la operación se resolverá el 30 de mayo.

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