
La Comisión Europea (CE) ha acusado formalmente a Google de abusar de su posición de dominio al favorecer sus propios productos en las búsquedas en Internet, y anunció la apertura de una investigación antimonopolio a su sistema operativo para móviles, Android. Una medida con la que Google ha explicado que está en "fuerte desacuerdo"
La CE ha enviado esa mañana un pliego de cargos al gigante estadounidense de Internet Google en el que le acusa formalmente de abuso de posición dominante por favorecer de forma sistemática a su servicio de comparación de precios (Google Shopping) frente a sus rivales en los resultados de su buscador. La compañía dispone ahora de un plazo de 10 semanas para presentar alegaciones y solicitar una audiencia de defensa.
El Ejecutivo comunitario ha abierto además una nueva investigación formal sobre el comportamiento de Google en lo que se refiere a su sistema operativo para móviles, Android. El examen de Bruselas se concentrará en determinar si Google ha vulnerado las normas de la UE obstaculizando el desarrollo y el acceso al mercado de sistemas de explotación, aplicaciones y servicios para dispositivos móviles inteligentes rivales de Android.
El envío de un pliego de cargos supone que el Ejecutivo comunitario da un paso más hacia la imposición de una fuerte multa a Google, que podría llegar al 10% de su volumen de negocios -lo que supondría un montante de 5.600 millones de euros. Además, Bruselas podría obligar a la compañía a hacer cambios estructurales en su buscador para poner fin al abuso de posición dominante. La cuota de mercado de Google supera el 90% en la mayor parte de países del espacio económico europeo.
"Ventaja indebida a su servicio"
"En el caso de Google, creo que la compañía podría haber dado una ventaja indebida a su propio servicio de comparación de precios, vulnerando las reglas antimonopolio de la UE", ha explicado Vestager. "Google tiene ahora la oportunidad de convencer a la Comisión de lo contrario. No obstante, si la investigación confirma nuestras preocupaciones, Google tendrá que hacer frente a las consecuencias legales y cambiar la manera en que hace negocios en Europa", ha resaltado.
El Ejecutivo comunitario cree que de esta forma los usuarios no ven necesariamente los resultados más relevantes en respuesta a sus búsquedas, lo que perjudica a los consumidores y frena la innovación. La opinión preliminar de Bruselas es que para corregir esta conducta, Google debería tratar su propio servicio de comparación de precios y el de sus rivales de la misma forma. A juicio de Vestager, las medidas correctivas ofrecidas por la compañía hasta ahora son insuficientes para resolver el problema.
Bruselas denuncia que Google reserva sistemáticamente un tratamiento favorable a su comparador de precios en sus páginas de resultados de búsquedas generales, por ejemplo mostrando Google Shopping de forma más prominente en la pantalla. Así podría estar desviando artificialmente tráfico desde servicios de comparación de precios rivales y obstaculizando su capacidad de competir en el mercado, según el análisis de la Comisión.
Un lustro de investigación
La UE abrió hace cinco años una investigación sobre Google por sospechas de que priorizaba de forma ilegal su propio contenido en busquedas y obligaba a los anunciantes a usar sus servicios y herramientas para gestionar anuncios y gestionar sus campañas de marketing.
Desde el mes de noviembre, la comisaria de competencia, Margrethe Vestager, ha mantenido reuniones con varios anunciantes y terceros implicados en el caso y el pasado dos de marzo se reunión con representantes de Google en Bruselas y entonces señaló que pronto tomaría una decisión.
La decisión de la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, corrige además la vía de actuación que había seguido su antecesor, el español Joaquín Almunia. Almunia abrió la primera investigación contra Google en 2010 e intentó hasta en tres ocasiones una solución negociada, eludiendo el envío de un pliego de cargos. Pero las concesiones ofrecidas por el gigante estadounidense fueron rechazadas por insuficientes por sus rivales y por países como Alemania o Francia.
Almunia había identificado un total de cuatro puntos de preocupación por lo que se refiere a la actuación de Google. El pliego de cargos enviado se refiere únicamente al primero de ellos y la Comisión ha aclarado que no descarta ampliarlo para cubrir otros servicios de búsqueda especializados. También continuará investigando los otros tres puntos: copia de contenidos web rivales, publicidad exclusiva y restricciones indebidas a los anunciantes.