Tecnología

La Comisión Europea investiga a Apple por sus prácticas fiscales

  • Indaga en su esquema multilateral para exportar beneficios fuera de la Unión

La Comisión Europea está a punto de abrir una investigación formal sobre las prácticas fiscales de Apple en la Unión. El anuncio, que no se oficializará hasta el miércoles, ha sido anticipado por la radiotelevisión pública irlandesa, RTE.

Tal y como recuerda el medio irlandés, un informe del Senado de Estados Unidos apuntaba el pasado año que la fabricante del iPhone podría estar usando la isla de Éire como punto de apoyo para sacar los beneficios de la empresa de los sistemas fiscales de EEUU y Europa.

La investigación de la Comisión se produce después de meses de trabajos preliminares por parte del ejecutivo comunitario, que en 2013 comenzó a recopilar información acerca de las prácticas fiscales de varias multinacionales, de las que Apple era sólo una más.

Precisamente hoy se conocía que la filial española de Amazon ha registrado pérdidas millonarias tras pasar su negocio rentable a Luxemburgo.

La doble irlandesa: así funciona

Uno de los esquemas usados por muchas multinacionales usando Irlanda como su portaaviones implica la técnica conocida como "doble irlandesa", en referencia a las dos compañías que son necesarias para escapar del control legal.

De arriba a abajo, el esquema utiliza tres compañías: la matriz estadounidense, y dos filiales constituidas conforme al derecho irlandés, una de las cuales se utiliza para concentrar en Irlanda los beneficios obtenidos normalmente por la multinacional en cada país, y la otra para sacarlos a un paraíso fiscal.

Para que el sistema funcione, la filial con actividad "real" acumula los beneficios de todo el negocio efectivamente realizado en países como España o Francia. Y aquí comienza el juego de los espejos.

Para evitar que la Hacienda irlandesa se quede con lo ganado en el continente, la primera filial realiza pagos millonarios a una segunda empresa, también propiedad de Apple. ¿En que concepto? Por usar los derechos de propiedad intelectual.

Los pagos así realizados son gastos deducibles: la primera filial se quita de encima de facto los beneficios y los impuestos que irían asociados, mediante esos pagos a la segunda empresa, transferencias que no sólo mueven el dinero de manos, sino que además recortan la factura tributaria de este primer vehículo al mínimo.

Entra en juego ahora la segunda filial, gestora de los derechos de propiedad intelectual y que -esta es la clave- tiene sede en un paraíso fiscal, pero que puede operar normalmente conforme al derecho irlandés.

Gracias al ordenamiento jurídico de Irlanda, que considera contra la regla general que las empresas residen allí donde tienen su cuartel general, la segunda empresa está exenta de impuestos.

De esa forma, el beneficio generado en una venta de un teléfono en -por ejemplo- Lisboa se registra primero en Irlanda y se convierte de inmediato en un gasto deducible, que es en realidad ingreso de una empresa situada en alguno de los muchos paraísos fiscales que aún sobreviven, y que por tanto no paga impuestos.

Para que todo el sistema funcione es imprescindible que la matriz, además de colocar a sus filiales en sus respectivos puestos, transfiera a la empresa residente en el paraíso la explotación de los derechos de protección intelectual.

Puesto que la legislación estadounidense exime a las filiales que operan fuera del país gestionando carteras de estos derechos inmateriales de tributar por los beneficios obtenidos, la matriz puede acumular sin problemas el dinero ganado en las operaciones de ultramar usando su filial en el respectivo paraíso fiscal, y pagar por él sólo sólo cuando decida repatriarlo, y sólo si decide repatriarlo.

Como en otros alambicados esquemas para esquivar a Hacenda, se trata -en definitiva- de aprovechar las diferencias entre las legislaciones tributarias de cada país para que los beneficios terminen viajando allí donde están exentos.

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