Tecnología

Cuatro escollos tecnológicos que tienen que superar los drones para su uso civil

Los planes de Amazon de repartir paquetes con aviones no tripulados (drones) han causado gran expectación, aunque muchos países trabajan ya en distintas iniciativas -tanto en el ámbito industrial como en centros de investigación- para desarrollar tecnologías que permitan a estos aparatos realizar todo tipo de tareas civiles; un uso que hasta hace poco tiempo se restringía al ámbito militar.

Poco a poco los drones se utilizan cada vez más para tareas civiles y cotidianas, como inspección de líneas de alta tensión, agricultura inteligente, reconocimiento de zonas afectadas por catástrofes, juguetería o para grabar imágenes espetaculares. Este aumento de las posibilidades de uso cada vez mayores de los drones también traen varios escollos tecnológicos.

Evitar a otras aeronaves

Y es que sólo "cuestión de tiempo" desarrollar una tecnología que permita a estas aeronaves detectar y evadir al resto de aeronaves, según fuentes de la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA), uno de los grandes retos, ya que cuando se consiga "se expandirá de modo considerable", según AESA.

Y es que en una aeronave tripulada, en última instancia es responsabilidad de los pilotos ver y evitar al resto de aeronaves que vuelen por el mismo espacio aéreo, manteniendo una separación adecuada. Sin embargo, en un drone no existe aún una solución tecnológica aceptable para garantizar esa capacidad de detectar y evitar al resto de aeronaves.

Más autonomía

Otra limitación para conseguir un uso más frecuente de estos artefactos en la vida civil tiene que ver con la escasa duración de sus baterías. Así, por ejemplo, en el caso de Amazon, hoy en día, no sería posible tecnológicamente que se alejara mucho del almacén en el reparto de sus paquetes, según las mismas fuentes.

Los dispositivos aéreos no tripulados tipo multirrotor disponen de capacidad de guía para llegar al punto de entrega de la mercancía; sin embargo, la duración de sus baterías es limitada, lo que les impide trayectos de vuelo largos.

El ingeniero investigador en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), Adrián Carrio, premiado en una reciente competición internacional de microvehículos aéreos por un sistema para controlar el vuelo de aviones sin piloto en zonas de catástrofe, ha destacado asimismo el reto tecnológico de mejorar la autonomía de vuelo de los drones.

Mejorar el posicionamiento

Asimismo Carrio se ha referido asimismo al desafío que supone desarrollar sistemas que corrijan los errores de navegación en los que incurren muchas veces los drones, con fallos excesivamente grandes y derivas de posicionamiento que alcanzan varios metros.

Ha añadido que la investigación en el área de vehículos aéreos no tripulados se centra actualmente en el desarrollo de sistemas a bordo suficientemente robustos para soportar fallos en la navegación, y para que puedan interactuar con otras tecnologías complementarias a la hora de solucionar problemas en casos de necesidad.

Interpretación de imágenes

Otra de las áreas de investigación tecnológica en este ámbito tiene que ver con el desarrollo de algoritmos de visión para el procesado inteligente de las imágenes que obtiene el drone.

El reto es dotar a estos artefactos de mayor capacidad para interpretar correctamente la información que obtienen con sus cámaras y sensores para conseguir así una navegación totalmente segura, a partir de un análisis útil de datos que les permita saber su posición exacta e incluso la velocidad a la que navegan

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