A pesar de una cierta flexibilización monetaria, los tipos de intervención reales han subido tanto en los mercados desarrollados como en los mercados emergentes a medida que el ritmo de la desinflación ha ido aumentando, lo que se puede atribuir en parte a la falta de demanda de crédito en los mercados desarrollados, mientras que al mismo tiempo existen factores cíclicos a largo plazo y factores estructurales en el lado de la oferta que actúan contra una posible recuperación de la inflación. Nos preocupa que las presiones subyacentes que dan lugar a la desinflación puedan ahora generar un periodo de deflación global a medio plazo, especialmente con la ralentización de la demanda global el próximo año debido a la fuerte desaceleración de la inversión China. No se espera que los bancos centrales de los mercados desarrollados introduzcan grandes cambios en sus tácticas este año, aunque los rumores acerca de nuevas opciones políticas irán en aumento a lo largo el año 2013. Del mismo modo, se espera que los bancos centrales de los mercados emergentes hagan mucho más en 2013 que en 2012, incluso los incondicionales de Latinoamérica y Europa de Este.
Por Michael Manetta y el equipo de estrategia macroeconómica de RGE.