Para mediados de 2013, China no va a tener otro remedio que rescatar a sus gobiernos locales, cuya deuda ha ascendido, según nuestras estimaciones, a 17,5 billones de yuanes (Renminbi), lo que es igual a un 37% del PIB de 2011. Anticipamos que se va a producir un rescate parcial, puesto que China está poco dispuesta a reconocer la verdadera magnitud del problema de la deuda y el ministro de Finanzas está más dispuesto a buscar acuerdos de responsabilidad compartida entre los gobiernos locales y los bancos estatales, a cambio de su participación. En última instancia, el coste recaerá sobre las familias, lo que impedirá que el consumo privado compense la disminución de la inversion mientras los gobiernos locales cumplen lo prometido. Para después de 2013, nosotros prevemos una caída en el crecimiento de entre 4 y 6%, datos muy inferiores a los que se asumen de forma general.
Por Adam Wolfe.
