
En España había registrados 252 medicamentos con algún problema de suministro, el pasado 20 de febrero, según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). Es decir, tratamientos farmacológicos que los pacientes no podían encontrar en las farmacias españolas por problemas en la fabricación o en la distribución de dichos fármacos. ¿Son muchos o pocos? Descárguese gratis el último número de la revista elEconomista Sanidad
La respuesta depende de a quién le afecta pero, si se compara con las más de 30.295 presentaciones de medicamentos comercializadas en España, tan solo representa el 0,83% del total y en ocho o nueve de cada diez casos se pueden sustituir con alternativas terapéuticas o importando fármacos del extranjero.
A la vista de los datos oficiales no cabría hablar de un problema generalizado de la cadena del medicamento en nuestro país. La cuestión es que no se registran todas las faltas de suministro que se producen. Tanto los distribuidores como los propios farmacéuticos coinciden al afirmar que son muchos más los medicamentos afectados que repercuten diariamente en los tratamientos de los pacientes y critican la falta de un registro central que incluya también las notificaciones de estos dos agentes del sector y no solo las incidencias comunicadas por los laboratorios o por las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas.
El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) actualiza diariamente los datos de faltas que comunican 6.000 farmacias en España a través de una herramienta llamada Cismed, faltas que se consideran cuando seis de cada diez farmacias en la provincia están afectadas por un problema de suministro. Se trata, por tanto, de un criterio "superconservador", como recalcó el presidente del Consejo, Jesús Aguilar, en la reciente jornada organizada por Fedifar, la patronal del sector de la distribución farmacéutica en España.
Según los datos publicados semanalmente por Cismed, había 23 incidencias detectadas en la semana del 12 al 18 de febrero, de las que solo nueve figuraban registradas como desabastecimiento por la Agencia. "Nuestro problema es la falta de suministro, no que se declare el desabastecimiento oficial", esgrime Jesús Aguilar.
Una situación que incide además en la economía de la farmacia, ya que el sistema de la Aemps utiliza este registro oficial de desabastecimiento para abonar o no una receta cuando el farmacéutico decide sustituir un medicamento por otro cuando está permitido o buscar un tratamiento alternativo que puede resultar más caro al del fármaco desabastecido.
Desde la distribución también consideran que existen más problemas de desabastecimiento que los que reconoce la Agencia o la propia industria farmacéutica. Javier Casas, director general de Alliance Healthcare, sostuvo durante la jornada de Fedifar celebrada en la CEOE que "España es el país con más problemas de suministro en Europa, de cada 100 unidades que pedimos recibimos 62", aseguró. Unos datos que el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, cuestionó y minimizó al indicar que "no es un problema grave de España, sino que estamos muy adelantados en la búsqueda de soluciones".
Lo cierto es que los desabastecimientos son "un problema grave, creciente, global y complejo", según reconoce César Hernández García, jefe del Departamento de Medicamentos de Uso Humano de la Aemps. Desde la Agencia se propone trabajar en un sistema de alertas para que los desabastecimientos estén en los sistemas de prescripción de los médicos, así como revisar la política de sanciones, entre otras medidas.