
El grupo familiar Osborne cerró el pasado ejercicio con un ligero crecimiento en sus ventas netas del 1,2%, hasta alcanzar los 251 millones de euros y obtener un beneficio neto de 16,1 millones tras anotarse un ebitda de 37,6 millones.
A pesar de un entorno complejo caracterizado, según la compañía, por la inestabilidad geopolítica global, la debilidad del consumo en sus principales mercados, la reducción en la ingesta de alcohol y el crecimiento agresivo de las marcas de la distribución, el grupo logró consolidar sus resultados de 2023 y cumplir con el objetivo de crecimiento fijado para el ciclo 2021-2024 tras la pandemia, en el que Osborne ha conseguido aumentar sus ventas un 19%.
En 2024, la compañía aumentó la cuota de sus principales marcas en mercados estratégicos, con especial mención a la consolidación del liderazgo de 5J, al crecimiento a nivel global de la marca Nordés y al impulso y rejuvenecimiento de Veterano en Alemania.
En el terreno internacional, la compañía reforzó su negocio a pesar de la crisis de consumo en China y Alemania, sus dos principales mercados exteriores, de manera que en 2024 las exportaciones supusieron el 36% de la facturación total de las marcas propias frente al 31% del 2019.
A nivel operativo, la empresa realizó el año pasado importantes inversiones en las principales plantas de producción del grupo, orientadas a mejorar la eficiencia y el servicio al cliente, y consolidó la implantación de un nuevo ERP.
Asimismo, la compañía mantuvo la apuesta por la marca corporativa Osborne, que se identifica como el principal catalizador de la cultura corporativa y transmisor de sus valores, con una sólida presencia en los principales medios de comunicación y la creciente actividad de la Fundación Osborne, canalizador de la actividad social de la empresa.
En palabras de Sofía Osborne, presidenta de la compañía, "2024 ha sido un año difícil en el que, a pesar de tener vientos contrarios, hemos mantenido nuestra velocidad de crucero y consolidado nuestros resultados mientras conservábamos un balance robusto. Sin embargo, no nos conformamos y, como compañía de 253 años de historia, mantenemos siempre la mirada fija en el horizonte del largo plazo. Por tanto, seguiremos apostando por la inversión, la innovación y la transformación, asumiendo con naturalidad la incertidumbre del futuro y apoyándonos con una gran seguridad en nosotros mismos, en nuestra capacidad de adaptación al entorno que venga, sea cual sea, como hemos hecho durante más de dos siglos de existencia".