
Italia permanece en el centro de las miradas. El Tesoro ha colocado bonos a diez años por valor de 1.821 millones de euros, pero con un interés del 3% (máximos de mayo de 2014) frente al 1,7% que había fijado en la subasta anterior. En cinco años ha tenido que elevar los intereses a niveles de 2014 para atraer a la demanda.
El organismo también ha colocado deuda a cinco años (1.750 millones de euros) con un interés del 2,32%, máximos de febrero de 2014 y frente al 1,75% de la subasta al anterior. También con vencimiento a 2025, el Tesoro ha colocado 2.000 millones en bonos a una rentabilidad del 2% (frente al 1,77% anterior).
La mayores exigencias del mercado coinciden con un período de incertidumbre política en el país. Las últimas novedades pasan por el enésimo intento de los partidos populistas para formar gobierno.
La buena noticia para el país es que el esfuerzo en los intereses ha valido la pena para elevar la demanda. En las tres referencias ha mejorado respecto a las emisiones realizadas en abril. Lo que indica que los inversores no tiene miedo al país en la compra directa de deuda.
Tanto a siete como a cinco años, el Tesoro ha colocado el máximo previsto, 2.000 millones y 1.750 millones, enviando una señal de fortaleza al mercado. En la referencia a diez años, la emisión se ha quedado en mitad de la horquilla de colocación entre los 2.250 millones y los 1.500 millones.