El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha afirmado que la crisis de la deuda española ha llegado a su fin, y que las medidas de austeridad van por el buen camino. De hecho, si uno se fija en el gráfico de rentabilidad de la deuda española, ésta está muy lejos de sus máximos, cosa que no sucede con los títulos de Portugal, Irlanda y Grecia.
Así, en una entrevista concedida al Wall Street Journal, ha señalado que cree que "la crisis de deuda pública que afectaba a España, y a la eurozona en general, ya ha pasado" y ha reiterado el compromiso del Ejecutivo con la austeridad fiscal.
A pesar de que aún falta mucho para poder relajarse en lo que a riesgo crediticio se refiere, las palabras de Zapatero tienen cierto fundamento más allá de ser una herramienta para tratar de estimular la confianza en el país, señala Business Week. Y es que el rendimiento que ofrece el papel español está de hecho alrededor del 4,11%, frente a los máximos del 4,88% que marcó en junio.
Así que "España es un animal diferente, y ya no forma parte de la clásica definición de PIIGS", señala la web, que añade que aunque la crisis de nuestro país puede haber pasado ya, los problemas siguen ahí para el resto de naciones que se engloba en ese grupo.
A la vista está si nos fijamos en los rendimientos del papel a 10 años de Grecia, Portugal e Irlanda. Estos títulos permanecen cerca de sus máximos, como se ve en los gráficos de abajo:
Italia, el último país que se suele englobar dentro de los PIIGS, también merece mención a parte. Su deuda ha sido la menos castigada del grupo, y los inversores han seguido confiando en ella, tal como se aprecia en las carteras de los gestores de fondos de deuda gubernamental recogidas por Morningstar.
De hecho, en el período que va de marzo a septiembre, el peso de los bonos transalpinos en estos portfolios ha crecido un 47%. Eso sí, la inversión en deuda española en el mismo período ha crecido más del 60%.