
La entrevista con Miquel Iceta Llorens (Barcelona, 1960), concertada tras la llegada de su amigo Pedro Sánchez a La Moncloa, se celebra para hacerla coincidir en el tiempo con el encuentro del presidente del Gobierno y el de la Generalitat, que se celebrará este lunes. El primer secretario del PSC es un hombre curtido en política que ha sido casi todo lo que se puede ser: concejal, diputado autonómico y nacional y con todo tipo de cargos orgánicos, por lo que rara vez habla a humo de pajas. Durante años estuvo en el gabinete de Presidencia en La Moncloa, y fue quien acuñó para el exministro Borrell el término "elecciones primarias", que ahora es imprescindible en el diccionario político español. Tal vez por eso, por su dilatada experiencia política, no se le cae de la boca la palabra legalidad y marca las líneas rojas: "Fuera de la legalidad no hay referéndum que valga, y Pedro Sánchez está comprometido con la integridad territorial de España", señala.
Dice que el diálogo no significa cesión y que el traslado de los políticos presos a cárceles catalanas no es ni un pago ni una contrapartida, sino "la aplicación escrupulosa del reglamento penitenciario". Eso sí, reconoce que la prisión provisional es una medida extrema que debería utilizarse sólo de manera excepcional. Ha sido uno de los pocos incondicionales verdaderamente leales a Sánchez en las duras, y ahora mantiene con él una relación de amistad, más allá de la cercanía política. "Hablo con él a menudo, siempre que quiere. Será uno de esos presidentes que dejarán huella y ha conseguido en 15 días cambiar la imagen de España a nivel internacional, cosa que el PP no logró en todos sus años de Gobierno". Sobre la cuestión catalana se muestra esperanzado pero cauto y advierte de que la vía unilateral ya ha fracasado.
Quim Torra dice que en su reunión del lunes con Pedro Sánchez no sabe si se va a encontrar al defensor del 155 o al que ahora habla de diálogo sin condiciones. ¿A qué Sánchez se va a encontrar?
Torra se va a encontrar al Pedro Sánchez presidente del Gobierno de España, dispuesto a abrir una vía de diálogo, de negociación y de pacto, y al mismo tiempo comprometido con la defensa de la integridad territorial de España, de la Constitución y de los mecanismos que la propia Carta Magna establece para reformarla.
O sea, que Sánchez piensa lo mismo que cuando se aplicó el 155. ¿No ha habido un cambio de cromos por el apoyo recibido de los independentistas para llegar a la Moncloa?
El presidente sigue pensando que la legalidad es un límite que no se puede franquear. Lo que algunos tendrán que reflexionar es si quieren mantenerse en la legalidad o prefieren la vía unilateral, pero en eso Pedro Sánchez no va a cambiar. Las leyes están para ser cumplidas, y tienen mecanismos de reforma dentro de la ley. Espero que por parte del mundo independentista se renuncie a una vía que ya ha fracasado y no sirve para nada, salvo para provocar una fractura terrible entre catalanes.
Pues el 'president' insiste en reclamar un referéndum pactado y en activar la república tal y como la aprobó en el 'Parlament' de Cataluña, ¿eso es viable?
No es viable, y él lo sabe. Ellos consideran que el 1 de octubre se celebró un referéndum válido, y no fue así. Fuera de la legalidad no hay referéndum que valga, y si están pidiendo otro es porque son conscientes de que el que hicieron no valía, ¿no? Entre las cosas que dicen los independentistas hay algunas contradicciones muy evidentes.
¿Cree que sobre lo que ocurra el próximo lunes, la pelota está en el tejado de Torra o de Sánchez?
El diálogo siempre depende de las dos partes y, por lo tanto, la pelota está en el tejado de los dos. Prefiero poder juzgar sobre los hechos, no sobre las palabras.
¿Que le parece la decisión del Gobierno de impugnar la moción del 'Parlament' para retomar la vía unilateral? ¿Será una dificultad añadida en la reunión del lunes?
Errores de la mayoría independentista como éste no deben impedir el inicio del imprescindible dialogo entre gobiernos.
Admita que es complicado obviar el perfil del 'president', que ustedes mismos calificaron en su día de xenófobo y supremacista, ¿no?
Lo que tiene que hacer el president Torra es cumplir con sus obligaciones como representante de todos los ciudadanos de Cataluña, que somos iguales, pensemos lo que pensemos y hablemos o no catalán. Ahora debe decidir si busca una negociación o una aproximación de posiciones o lo que pretende es mantener abierta una vía unilateral e ilegal que ha fracasado y ha tenido un altísimo coste para la sociedad catalana, para sus instituciones e incluso para quienes protagonizaron esa vía fuera de la ley.
¿El traslado de políticos presos a Cataluña es un gesto de buena voluntad o una cesión por el apoyo a Sánchez tanto en la moción como en el consejo de RTVE?
Es la escrupulosa aplicación del reglamento penitenciario y un criterio general de que el cumplimiento de las penas se debe producir cuanto más cerca de casa, mejor. Eso no tiene que ver con el diálogo político y quienes mezclan las dos cuestiones sólo pretenden enredar.
Tal vez, pero Torra y los independentistas piden que se ponga en libertad a los presos y que se archiven las causas de los fugados. ¿El Gobierno puede hacer algo en ese sentido en una Democracia consolidada?
En un Estado de derecho con separación de poderes, vale la pena conocer las reglas. Por tanto, Torra y sus compañeros de partido harían bien en no pedir al Gobierno cosas que no dependen de él, porque es una pérdida de tiempo que sólo conduce a la melancolía.
Pero su discurso internacional es el mismo, y siguen hablando de presos políticos. ¿Levantar la prisión preventiva ayudaría o sería un escándalo tal como están las cosas?
Lo pueden repetir mil veces, pero no hay presos políticos. Lo ha dicho hasta Amnistía Internacional. Sólo se puede utilizar esa expresión con una persona encarcelada por sus ideas, y en España no hay nadie encarcelado por sus ideas. Están encarcelados porque un juez ha determinado que cometieron actos delictivos, y ha dictado prisión preventiva antes del juicio. La prisión provisional es una medida extrema que, a mi juicio, debiera utilizarse de forma muy excepcional, pero la decisión de utilizarla sólo la puede tomar un juez. Para solventar los problemas políticos tenemos que fijar una separación clara entre las cuestiones que la política pueda abordar y resolver, y las que están en manos de la justicia. No se puede hablar de la judicialización de la política y pretender luego una politización de la justicia.
¿Qué le pareció el 'numerito' que protagonizó en Washington Torra contra el embajador Morenés?
Es lógico que un embajador defienda los intereses de España. Y lo que Morenés dijo es algo evidente: que somos una democracia y un Estado de derecho, donde los derechos y las libertades están garantizados. Este tipo de incidentes, de todos modos, han ocurrido siempre, y no se deben magnificar.
¿Qué opina del plan jurídico de la Generalitat, que recusa a magistrados del Supremo para hacer coincidir juicios del 'procés' con las municipales y sacar tajada electoral?
Es un error buscar un enfrentamiento con los jueces, que ni sirve a la causa de la justicia ni al legítimo interés de las personas que están encausadas. Algunas de las maniobras que se quieren realizar en ese sentido se van a estrellar con la voluntad del poder judicial cuyos tiempos son libérrimos. Creo que va a haber juicio y sentencia antes de las municipales, y las argucias que se están empleando no van a servir para nada.
Dígame, la reapertura del Diplocat y el hecho de que una fugada sea embajadora en Bruselas, ¿es un acto de provocación o algo más?
La delegada de la Generalitat en Bruselas es una persona que tiene su movilidad reducida porque está fugada de la justicia. Si algún día el Parlament le pide que comparezca, no va a poder venir; y de ahí nuestra insistencia en que se eligieran candidatos a todos los niveles que pudieran ejercer en plenitud sus responsabilidades. No ha sido el caso. Al final, nombrando una embajadora de ese perfil, con causas pendientes, se tiran piedras a su tejado, y perjudican la imagen que ellos quieren dar de cara al exterior.
A quien no pasan de ofender es al Rey. ¿No es vergonzoso que tenga que ir a restaurantes en vez de a locales municipales porque se los niegan y que le declaren persona 'non grata'?
Pueden intentar lo que quieran, pero el Rey viene a Cataluña y hay mucha gente que le da su apoyo y le muestra aprecio, y al final quienes quedan mal son quienes intentan boicotear su presencia. La presencia de Felipe VI fue muy importante en muchas cosas: los Juegos del Mediterráneo, el Mobile World Congress y otros eventos. A los catalanes nos interesa dar una imagen de sociedad acogedora, tolerante, y aprovechar el prestigio internacional del jefe del Estado, porque eso redunda en beneficio de todos. La hostilidad que le demuestran los independentistas solamente les perjudica a ellos.
¿Cuál va a ser la política con Cataluña: la que representa Josep Borrell, o la de Meritxell Batet? ¿Dará tiempo en los dos años que dure la legislatura a solucionar algo?
La política del Gobierno es la que marque el presidente. Hay una declaración de Granada y una de Barcelona, que son las que fijan la posición del PSOE en esta cuestión, y esas son las líneas políticas que se seguirán, tanto Meritxell Batet como Josep Borrell están de acuerdo con ambas declaraciones.
Muchos creen que el presidente, con 84 diputados, no va a poder hacer casi nada, y que su forma de llegar tiene sombras porque se ha apoyado en quienes quieren romper España. ¿Se acabaron los tiempos en que quien ganaba las elecciones en España gobernaba?
España es una democracia parlamentaria, y gobierna quien es capaz de formar una mayoría en el Parlamento. No hay ninguna sombra de duda sobre la legitimidad de la Presidencia de Sánchez. Creo que ha hecho más por cambiar la imagen de España en los últimos 15 días que el PP en sus años de gobierno. Estoy convencido de que en los dos años que hay por delante se va a recuperar la estabilidad y un funcionamiento institucional razonable.
¿Usted piensa que agotará la legislatura? Porque lo que más le critican es que haya hecho sólo políticas de gestos: concertinas, 'Aquarius', Valle de los Caídos...
El presidente convocará elecciones cuando crea que es el momento de hacerlo, es él quien tiene que valorar si la continuidad del Gobierno es sostenible o conveniente, pero lo lógico es que su horizonte esté en agotar la legislatura. Las medidas que está tomando no son en absoluto gestos, responden a la sensibilidad mayoritaria de los españoles. Los ciudadanos no quieren asistir al espectáculo dantesco de seres humanos que huyen del hambre o de la guerra para acabar ahogándose en el Mediterráneo. A través de decisiones como ésta ha conseguido que en Europa se empiece a discutir de forma más rigurosa y comprometida una política de refugiados y de control migratorio que era necesaria. En cuanto a las concertinas en Ceuta y Melilla, hay maneras de controlar el flujo de personas que no impliquen esos daños.
¿Y con el traslado de los restos de Franco se dará por zanjada de la polémica?
Me sorprende que se haya tardado tantos años en buscar una solución de reconciliación que no traiga a la memoria episodios durísimos de una dictadura terrible. Yo no "volaría" el Valle de los Caídos. En otros países, monumentos de este tipo se usan para que haya un conocimiento de lo que pasó y no se glorifique a las dictaduras de cara a las futuras generaciones.
¿Con el tema de la eutanasia se reviven los viejos fantasmas del enfrentamiento Iglesia-Estado?
Nuestra Constitución dice que el Estado es aconfesional. Hay una clara mayoría de españoles que quiere poder decidir cómo morir y hacerlo dignamente, y eso es lo que vamos a intentar legalizar con el mayor consenso posible. Aquí no se trata de agitar enfrentamientos con la Iglesia.
¿Gobernar con los Presupuestos del PP les va a facilitar las cosas o será una excusa para gobernar a golpe de Decreto-Ley?
Era obligado mantener los compromisos que ya se habían aprobado en el Parlamento, pero la asignatura del nuevo Gobierno será la presentación de un proyecto de presupuestos para 2019. El Ejecutivo no va a poder usar los de 2018 como excusa para no hacer cosas. El pretexto de la herencia recibida no es algo propio de Gobiernos socialistas; es la seña de identidad del PP.
¿Las primarias del PP han dejado en evidencia que su censo de militantes estaba inflado y el nuevo candidato tendrá que pasar una larga travesía en el desierto en la oposición o no?
Cuando se inicia el camino de las primarias lo primero que hay que afrontar es la cuestión de los censos. Yo, como socialista, preferiría que el PP estuviera muchísimo tiempo en la oposición, pero espero, por el bien de todos, que sea capaz de recuperarse de su difícil situación, de regenerar su liderazgo y preparar el futuro. Un país va bien cuando tiene un buen Gobierno y una buena oposición. Un PP fuerte y renovado es indispensable para España.
¿Cuánto habla con su amigo Pedro Sánchez? ¿Es la cuestión catalana lo que más le quita el sueño?
Hablo con Sánchez siempre que él quiere. Tal vez lo de quitarle el sueño sería una expresión excesiva, pero tiene muy presente la cuestión catalana, y su deseo es que sea posible recuperar el diálogo institucional y que las cosas mejoren. Creo que va a ser un gran presidente de Gobierno, y de hecho, estos días he podido constatar que en Bruselas ha sido recibido con grandes esperanzas, porque hace falta liderazgo político, y sumar esfuerzos. La posición proeuropea y progresista de Pedro Sánchez ha sido recibida en Europa como agua de mayo. Yo le he apoyado siempre, y creo que será uno de esos presidentes del Gobierno que dejan huella.