
La confirmación de la pena de cárcel contra Iñaki Urdangarin por parte del Tribunal Supremo -cinco años y 10 meses- por el 'caso Nóos' sitúa al marido de la infanta Cristina a un paso de prisión. El ingreso se prevé inmediato aunque quepa recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional por parte de su defensa. Urdangarin, del palacio a las puertas de la cárcel.
Es la Sala de Audiencia de Palma, que el 17 de febrero condenó a Urdangarin a seis años y tres meses de cárcel, la que tendrá que acordar cuándo ordenar la entrada, una decisión que comunicará en unas horas sin agotar el plazo máximo de 10 días. En ese momento al exduque de Palma se le abrirá la posibilidad de presentar recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (TC) para intentar aplazar su entrada en prisión.
Si el TC admite el recurso, tendrá que decidir si paraliza o no la ejecución de la condena mientras lo estudia pero el histórico en este sentido establece que esto no ocurre en sentencias superiores a cinco años. Fue Blanquerna el caso que 'anuló' esta vía de aplazamiento. "Este Tribunal ha adoptado como una directriz general que la pena se sitúe por encima o por debajo de la frontera de los cinco años de prisión, por ser el límite que ha establecido el propio legislador para diferenciar entre las penas graves y las menos graves", sentenció entonces el TC.
Así, la cárcel es prácticamente inmediata e ineludible. Desde que se decrete la entrada en prisión, Urdangarin -que reside en Ginebra con su mujer e hijos- tendrá unos días para hacer efectivo el ingreso en la cárcel. Podrá elegir aunque la decisión final de la prisión en la que ingresará la tiene Instituciones Penitenciarias.
Una vez dentro, Urdangarin no podrá obtener la condicional hasta haber cumplido tres cuartas partes de la condena, en este caso serían cerca de cuatro años.