Política

Cómo beneficia y perjudica a PSOE y Ciudadanos la moción de censura contra Rajoy

  • El cambio radical en el argumentario lo marca la sentencia de Gürtel
  • Las posturas de ambos partidos entrañan diferentes escenarios posibles
  • Ninguna de las vías tiene una salida despejada y todas entrañan riesgos
Pedro Sánchez. Foto: Efe

"Los presupuestos han sido aprobados con los votos de la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados. Así que no le den vueltas, no hay votos para una moción de censura". Eso lo escribía en Twitter Óscar Puente, alcalde de Valladolid y uno de los últimos valores emergentes del Partido Socialista, el miércoles por la noche. Cuarenta horas más tarde Pedro Sánchez registra en el Congreso una moción de censura contra Mariano Rajoy.

El cambio radical en el argumento no se debe -esta vez- a un giro de guion del PSOE, sino a la sentencia por el 'caso Gürtel', que ha supuesto un tremendo terremoto político. Tras años de descubrimientos, sospechas y declaraciones, la Justicia ha condenado a 29 de los 37 acusados, algunos con penas enormes: 51 años de cárcel para Francisco Correa, 38 para Guillermo Ortega, 37 para Pablo Crespo, 33 para Luis Bárcenas, 31 para Alberto López Viejo... y así hasta incluir a la exministra Ana Mato, con multa económica, y al propio PP a título lucrativo.

Sin embargo nada de eso ha cambiado el escenario político, sino el hecho de que la sentencia dé por probada la 'contabilidad B' del Partido Popular y haya acusado a la organización, poniendo en duda la declaración en sede judicial del presidente del Gobierno. 

Al menos, esa es la explicación 'oficial', porque la oficiosa es otra: el PSOE presenta una moción de censura para evitar que lo haga Ciudadanos. Por seguir liando la cuestión, la escalada política que previsiblemente se iniciará tras la sentencia arranca gracias a un movimiento del cuarto elemento en disputa, que es Podemos. En una acción bastante coordinada, tanto el partido de Pablo Iglesias como varios portavoces de sus ramificaciones y alianzas territoriales (En Comú, En Marea o Compromís) han hecho público su apoyo a los socialistas si presentan la moción. La justificación es sencilla: el PSOE es el principal partido de la oposición, así que por volumen de escaños les correspondería a ellos dar el paso adelante.

Pero el apoyo de Podemos a los socialistas, en realidad, les puso en un compromiso importante: tener que descararse. Y es que el PSOE estaba viviendo un año bastante plácido con una actividad bajo mínimos. Los problemas de corrupción en el PP, las disputas internas de Podemos y el controvertido discurso patriótico de Ciudadanos había hecho que se multiplicaran los titulares sobre los demás sin tener que hacer gran cosa al respecto. Sin embargo, la situación obliga ahora a los socialistas a moverse.

Por qué una moción es buena para el PSOE

Por una parte, la moción de censura podría ser positiva para el PSOE porque le da un escenario francamente favorable: retoman el protagonismo perdido, se apoyan en un socio en horas bajas con el que podrían negociar en una situación mejor que hace un par de años y, de paso, ensayarían en un periodo limitado y controlado de año y medio cómo sería eso de pactar a nivel nacional con Podemos. Todo eso con unos Presupuestos ya bendecidos y garantizados.

Sin embargo, y tras mucho tiempo de calvarios internos, el PSOE estaba bastante cómodo en ese perfil bajo. Los problemas de todos los demás le daban tiempo para recomponerse y ganar impulso, y el horizonte de unas elecciones generales a más de un año vista parecía suficientemente cómodo. Tener que salir al estrado, exponerse, pelearse y tener que gobernar podría ser demasiado esfuerzo para unos engranajes poco engrasados. Todo eso, además, dando por hecho lo realmente difícil: tendría que negociar con muchos partidos su apoyo a la moción de censura, incluyendo los independentistas, lo que no sería un trago de gusto para ninguna de las dos partes.

Por qué una moción es buena para Ciudadanos

La primera encrucijada de Ciudadanos es decidir si votan a favor, lo que implicaría ponerse del lado de Podemos y los independentistas y posibilitar un gobierno de izquierdas, o abstenerse, en cuyo caso arreciarían las acusaciones de seguidismo con el Gobierno de Rajoy. Una elección nada fácil.

El otro escenario es, sin embargo, aún más arriesgado: que la moción del PSOE no prospere y que ellos mismos se atrevieran a presentarla. Los equilibrios de fuerzas en el Congreso hacen insuficiente un pacto entre Ciudadanos y el PSOE, por lo que de nuevo entrarían en liza formaciones como Podemos o los independentistas. ¿Votarían a favor de Albert Rivera con tal de echar a Rajoy o, por el contrario, se pondrían de lado argumentando que sería cambiar un nombre para seguir con una política similar?

Así las cosas, la moción de censura presentada por el PSOE parece tener muchas más garantías de éxito que una presentada por Ciudadanos, básicamente porque el PSOE está en un punto medio del espectro ideológico de la oposición y Ciudadanos no. Y, pese a ello, que fuera Ciudadanos el que presentara una moción condenada casi seguro al fracaso podría no ser una mala jugada a nivel estratégico: se erigirían en partido de oposición por encima de PSOE y Podemos, aprovechando el impulso de las encuestas, y a la vez se despegarían de esa imagen de seguidismo al PP con la que les retratan sus oponentes.

Aunque se presentaran para perder, igual podrían ganar algo: el enfrentamiento cara a cara de Ciudadanos con un PP herido de muerte podría ser el estímulo definitivo que un buen número de votantes 'populares' necesitan para cambiar de bando. Aunque ya se sabe, a veces el fuego amigo, el que disparan los que se supone que están más cerca, es el más letal de todos.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky