
Los fastos del pasado Dos de Mayo, celebrados ayer de una manera inusual e interina en la Real Casa de Correos, han sido la clara imagen de la descomposición en la que se encuentra el PP de Madrid y de la enorme rivalidad con la que trabaja Ciudadanos, sabedores de los buenos resultados que les otorgan los últimos sondeos, marcando una tendencia de victoria en el Ayuntamiento y en la Comunidad.
La preocupación, no obstante, no ha hecho perder las esperanzas a los dirigentes populares. Más allá de las nostalgias de otros tiempos, la idea general de sus miembros es la apuesta por un programa ilusionante de cara a mayo de 2019, pero sobre todo por candidatos fuertes, jóvenes, renovados, que pertenezcan a una generación de personas entre 30 y 50 años de edad, dando paso a aquella frase pronunciada por el presidente Mariano Rajoy en el día de autos de Cristina Cifuentes, al afirmar que en la Comunidad de Madrid empezaba un tiempo nuevo.
Recuperar el voto perdido
La prioridad es ganar a Ciudadanos en las urnas, sostienen fuentes populares. "Y hay tiempo y cantera", mantiene un destacado dirigente del Partido Popular de Madrid. Además -añade-, "hay muchos de nuestros votantes que quieren volver y dejar de depositar su confianza en Ciudadanos. Y eso se consigue con renovación y dejando atrás una generación que ha hecho cosas buenas, que ha hecho mucho por Madrid, por su economía y desarrollo, por la educación, los servicios sociales, y eso hay que reconocerlo, pero que, ahora, incluyendo a Cifuentes, está acabada", concreta este dirigente popular a elEconomista.
"Nos toca [comenta otro destacado miembro del PP de Madrid]; hay gente que nunca nos hemos significado con ninguna generación, porque somos jóvenes, y personas a quienes no nos salpica ningún caso. Los únicos que pueden hacer frente al perfil de los líderes de Ciudadanos y que hemos trabajado en la sombra. Una generación distinta, la generación regenerada", determina.
Primera tarea: el Gobierno
La primera tarea de la dirección nacional del Partido Popular, y de Rajoy, encargado de dar el visto bueno a todas las decisiones, es cerrar la presidencia en funciones que sostiene en estos momentos la Comunidad de Madrid tras la dimisión de Cristina Cifuentes. Génova dispone hasta el día 18 de mayo para informar a la presidenta de la Asamblea del nombre del candidato, y luego entre tres y siete días naturales para celebrar el debate de investidura.
La presencia, ayer, de María Dolores de Cospedal en la Puerta del Sol fue interpretada desde distintas sensibilidades del PP como un claro respaldo a Ángel Garrido -neutro en su discurso y sin meterse en ningún charco-, marcando el territorio de su Secretaría General frente a Soraya Sáenz de Santamaría (quinielable para el Ayuntamiento y la Comunidad), e intentando trasmitir unidad y la existencia de un partido que está con sus dirigentes.
Sin descartar a Ángel Garrido, como ocurría desde un primer momento, el baile de nombres continúa. Se habla de Carlos Izquierdo Torres, Rosalía Gonzalo López, y de estos dos últimos nombres con mayor resonancia: los de Enrique Matías Ossorio y Juan Antonio Gómez-Angulo.
Por cierto que las reticencias con las que la dirección del PP está examinando a sus candidatos ya ha dejado los primeros efectos colaterales en sus filas dentro de la Asamblea. Y no es otro que el enfado de algunos alcaldes, que no entienden por qué el hecho de ser edil les inhabilita en esta carrera sucesoria.
Una gestora que una las piezas
La segunda de las fases que habrá de rehabilitar, si no edificar de nuevo el PP, apuntan desde dentro y fuera de la dirección nacional, consistirá en unir más que las familias, las pequeñas "piezas" de las que se conforma" este partido. La solución, tras el Gobierno en Madrid, transitará primero por una gestora, como ocurrió cuando se marcharon Esperanza Aguirre e Ignacio González, y entonces fue Cristina Cifuentes la encargada de la misma. Para tal menester suena el nombre de Pablo Casado. Su perfil conciliador le otorga un papel estratégico dentro del PP de Madrid, que no necesariamente le ha de atar a la estructura orgánica. Juan Carlos Vera y Alfonso Serrano, entre otros, podrían acompañarle en esta misión.
Candidatos, después del verano
Con tanto lío en el Gobierno y en el PP de Madrid, lo de menos ayer parecía la elección de candidatos para mayo de 2019. De hecho, su nombramiento se postergará a después del verano. Y en este sentido, emerge una figura con un partido remozado de arriba a abajo. Se trata del vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, bien posicionado por trayectoria, edad y por su capacidad para restañar divisiones internas. Su nombre encaja en la dirección, en las listas municipales y autonómicas, subrayan desde el PP. En círculos políticos se habla de la generación Casado, en la que también José Luis Martínez Almeida podría tener algo que decir.