
Cuando hablas con Ángel Gabilondo (San Sebastián, 1949) tienes la sensación de estar más ante un erudito que ante un político; y si le comentas el riesgo de que alguien con su perfil pueda perderse en las grandes ideas, sin descender a la calle, se toma su tiempo para responder y suelta sin más: "Tal vez porque soy hijo de una familia trabajadora, modesta y numerosa, soy muy pragmático. Me gustan las cosas concretas, realistas, fiables y solventes; y si alguno piensa que porque soy profesor de Metafísica me distraigo entre mis ideas, se equivoca". Es amable y educado, de firmes convicciones de izquierdas. Llegó a ser ministro de Educacion dejando claro que no perdería su condición de independiente, a la que no piensa renunciar. Dice alto y claro que la moción de censura contra Cristina Cifuentes es inamovible, porque Madrid precisa una amplia regeneración democrática, que pasa no solo por un cambio de personas, sino de partidos, y que el PP pagará cara en las urnas su inacción en el tema del máster. Para muchos, su forma sosegada de ser y estar en la cosa pública, como un hombre conciliador que no quiere ensuciarse con los lodos del politiqueo barato, es un bálsamo en tiempos revueltos. Reconoce que en parte su debilidad puede estar en que no descalifica a ningún adversario, pero prefiere la moderación como signo de firmeza.
Finalmente, Cristina Cifuentes ha renunciado a su máster y ha pedido disculpas. ¿Esto cambia algo o es un lavado de cara nada más?
La renuncia es singular porque, o el título es legítimo, y entonces no es renunciable, o, si es ilegítimo, lo que debe ser es anulado. Las cosas no cambian sustancialmente, porque el debate es si el título que obtuvo era o no legal, y también que mintió en sede parlamentaria. Nosotros insistimos en la necesidad de presentar una moción de censura.
¿También usted cree que Cifuentes es un cadáver político no por el máster, sino por la mentira?
Es una persona luchadora, que hará valer sus razones y no me atrevo a decir cuál será su futuro político, aunque este asunto es una dificultad enorme en su carrera. Tengo respeto personal por todo el mundo, pero políticamente está en una situación no sé si cadavérica, pero muy difícil.
Ella ha dicho que no va a dimitir...
Sus argumentos para no dimitir más bien sonaron a excusa, pero nosotros tenemos que activar parlamentariamente la moción de censura, el instrumento que la ley otorga para exigir responsabilidades políticas. No somos jueces, ni estamos en el gobierno de la universidad, pero debemos exigir responsabilidades políticas, y de ahí la moción.
¿Tienen apoyos suficientes para que salga adelante esa moción? Usar un arma parlamentaria tan potente para no ganarla puede llevar a la melancolía...
Lo que lleva a la melancolía es no actuar, resignarse, claudicar, o hacer discursos sobre la impotencia. Nosotros estamos trabajando en modo realista y haciendo una propuesta muy viable. Eso sí, no vamos a plantear el programa del PSOE para un año, sino el programa de una política compartida con otros grupos. Por ahora hemos encontrado el apoyo de Podemos, y Cs dice que se lo está pensado, así que estamos a la espera de los acontecimientos.
¿Qué le parece la opción 'a la murciana' que plantea Ciudadanos?
No es la que más me gusta. Con esa fórmula, se resuelve una parte del asunto, que es la que tiene que ver con la presidenta Cifuentes, pero lo importante es el fondo de la cuestión y gobernar de manera distinta. La solución al problema de la señora Cifuentes se reduce a que se vaya, pero la solución al problema de Madrid es cambiar la manera de hacer política y dejar atrás el modelo de desigualdades impuesto por el PP.
¿Y cuál sería el precio de esos acuerdos? Supongo que Podemos no les va a apoyar gratis, y Cs menos...
No vamos a entrar en negociación de programas, de reparto de consejerías, de gobiernos de coalición o de cambio de cromos. No estamos en absoluto en eso, ni creo que sería bueno para nadie. Estamos tratando de hacer una propuesta equilibrada y realista para llegar a las próximas elecciones en una situación de serenidad política y social, porque insisto en que Cifuentes no está en condiciones de ser presidenta y hay que buscar una alternativa en Madrid.
¿Se ha reunido ya con Ciudadanos para ver si apoyarían la moción?
Nosotros, desde el primer momento, entramos en contacto con los otros grupos políticos. Hemos hablado con Podemos y también llamamos a Ciudadanos, pero ellos han demorado ese encuentro. Primero nos dijeron que iba a ser esta semana, y ahora parece que están más con la idea de que dejemos pasar los días. Esa estrategia de alargar el asunto es negativa.
Tal vez para ellos el asunto es que apoyar un gobierno con Podemos tiene muchas complicaciones...
Sí, Ciudadanos prefiere que Cifuentes dimita, para esgrimir ante la opinión pública que ha sido gracias a su presión, y seguir quitándole votos al PP. Incluso si uno se descuida, pueden presentar ante la opinión pública el espantajo de que viene la izquierda de los socialistas con Podemos, aunque modestamente creo que ni mi perfil ni mi itinerario ni mi forma de ser se corresponden con ese espantajo. Es posible que a Cs no le convenga retratarse en Madrid apoyando a las opciones de izquierda, con la mirada puesta en las siguientes elecciones.
Dígame una cosa, ¿usted qué ofrece a los madrileños como alternativa al Gobierno de Cifuentes?
No tengo la arrogancia de pensar que fuera de mi propuesta no hay salida, pero sí creo que la opinión pública entiende que se está acabando un ciclo, una forma de concebir el gobierno, que es la del PP, que ya no da más de sí. Nosotros lo que proponemos es conjugar fuerzas para esa trasformación real de esta Comunidad, después de años donde se han producido enormes brechas de desigualdad económicas y sociales, y hay una paralización enorme, provocada por las mayorías absolutas del PP.
¿Se presenta ante los madrileños como una persona sin ataduras por su condición de independiente?
No quiero abrir falsas expectativas diciendo que si llego conseguiré resolver todos los problemas en días o en meses. No soy tan insensato, primero porque hay unos presupuestos aprobados y tendremos que trabajar en ese horizonte, y después porque hay que ser sincero con los ciudadanos. Yo estoy dentro de un proyecto, que es el del PSOE, y por tanto defiendo las políticas públicas, la lucha contra la desigualdad, y me siento muy identificado con el programa socialista, aunque no soy militante. Y por lo tanto no soy una mera correa de trasmisión. Hago lo que honestamente considero, en coordinación con el grupo parlamentario, y siempre me he sentido y me siento apoyado, pero vamos, a estas alturas tampoco soy un chaval como para empezar a reinventarme mis convicciones. Y sí, me considero con pocas ataduras y voy siempre ligero de equipaje.
Pues menudo follón esa filtración de que los socialistas han intentado fichar a Carmena. ¿No hay en el PSOE nadie que dé el perfil de ganador para tener que buscar fuera?
Yo de los asuntos del PSOE suelo estar enterado, pero desconozco esas informaciones que se han publicado, y creo que en este partido hay muchas personas para poder encabezar la candidatura del Ayuntamiento de Madrid. Según se ha dicho, lo de Carmena no fue una propuesta formal. No obstante, soy partidario de que haya una candidatura con las siglas del PSOE, únicamente del PSOE, y si luego hay que hacer alianzas poselectorales, que se hagan de acuerdo a lo que han dicho las urnas.
Sea como fuera, con asuntos como el de Carmena algunos se preguntan de nuevo si Pedro Sánchez es el líder que necesita el PSOE...
Pedro es el líder que el PSOE ha elegido, y yo soy siempre muy cuidadoso de no entrar en asuntos orgánicos. El PSOE celebró sus primarias, eligió su líder, y yo a Pedro Sánchez le muestro toda mi lealtad, y mi respeto, como no puede ser de otra manera, pero por mi condición de independiente no debo entra en estos asuntos.
Volviendo al tema de Cifuentes: ella se presentó como el adalid de un nuevo PP, sin corrupción, trasparente y cercano los ciudadanos, ¿esa imagen se ha volatilizado?
Creo que tiene una forma de concebir el poder vinculada a dar la impresión de que estás en algo nuevo para, en realidad, reproducir los mismos patrones que ha tenido el PP durante los años de mayoría absoluta. En esta historia del máster lo que se resiente es la igualdad de oportunidades. ¿Por qué la ciudadanía ha respondido con este clamor? Porque siente que hay una lectura del poder como privilegio, como si no fuéramos iguales. Todo este asunto ha sido impresentable.
También José Manuel Franco, el líder del PSOE madrileño, engordó su currículum, ¿eso no les resta fuerza para criticar a Cifuentes?
José Manuel Franco ya reconoció que fue un error. Se produjo hace 23 años, y fue corregido hace 15 años , por lo que da la impresión de que sacar ahora este asunto es tratar de quitar importancia a lo que ha hecho Cifuentes, cuando no son casos ni parecidos. A él nadie le aprobó asignaturas sin ir a clase, ni falsificó actas, ni ha hecho uso indebido de cargo alguno. Él es licenciado en Derecho, y en su currículo actual es exactamente lo que aparece.
¿La 'titulitis' es un mal endémico de la clase política?
La titulitis es un problema. Es verdad que ha habido muchos casos de gente que engorda su currículum, y yo no lo entiendo, porque lo que importa del currículum es el conocimiento que te ha procurado. Para ser diputado no hace falta hacer ostentación de grandes títulos, sino ser honesto, trabajador, competente, y si se tiene una buena formación, mejor. Con ese afán de acumular títulos, la verdad que no sé a quién quieren impresionar, a la ciudadanía o a ellos mismos, pero esas prácticas hay que erradicarlas. No son ejemplares ni ejemplarizantes.
¿La carga de la prueba la están poniendo en la universidad? Hay quien habla de burbuja de corrupción universitaria, ¿eso es cierto?
Me parece un grave error que algunos intenten hacer una causa general contra la universidad pública. Claro que la universidad tiene que mejorar mucho, cambiar muchos hábitos, pero la fuerza de esa institución está en su capacidad de regenerarse. Poner en cuestión que la universidad está llena de personas honradas, trabajadoras, serias, y que hacen las cosas muy bien es una barbaridad. Lo que tiene que hacer el rector de la Rey Juan Carlos es tener el coraje académico de llegar hasta el final, caiga quien caiga, para evitar cualquier sombra de sospecha. Hablar de una burbuja de corrupción en la universidad es una exageración, que algunos utilizan para desprestigiarla como institución pública.
¿De verdad cree que algunos están extendiendo la tinta del calamar sobre la universidad pública, aprovechando el caso Cifuentes?
Si alguno tiene la estrategia de extender la tinta del calamar pensando que hundiendo todas las instituciones se salva él, se equivoca gravemente. No se puede insinuar que todos modifican sus currículums, o que todos hacen trampa para obtener sus titulaciones, para, manchando a todos, que quede liberada la presidenta. Eso es muy burdo.
Y usted, si gana la moción de censura y es presidente de la Comunidad de Madrid, ¿va a levantar las alfombras nada más llegar?
Lo que haremos si gobernamos en la Comunidad de Madrid es activar los mecanismos para que haya transparencia y regeneración democrática. La expresión de "levantar alfombras" a mí no me gusta, pero vamos, la regeneración y la transparencia será absoluta si gobierno, y la llevaremos hasta el final.
¿Qué día se va a celebrar el debate? ¿Se llegará a la fiesta de la Comunidad con esta complicada situación?
Sobre la fecha, es la presidenta de la Asamblea de Madrid, quien tiene que fijarla, y debería hacerlo de manera urgente. Nosotros barajamos una horquilla del 13 de abril al 7 de mayo y estamos a la espera, pero alargar los tiempos no da serenidad a la sociedad, sino todo lo contrario.
¿Y también cree que, como afirman otros, este asunto puede estar desangrando electoralmente al PP a nivel nacional?
Dentro del propio PP, como estamos viendo, debe haber distintas posiciones, pero evidentemente con el tema de Madrid todo el mundo sabe que se la juegan. Esto es un síntoma crucial, no solo de un modo de entender la política de Madrid, sino un modo de entenderla en España. En el caso Cifuentes sobre todo se juegan la credibilidad y la confianza de los ciudadanos. Están mandando un mensaje muy negativo a la sociedad y, sin duda, lo pagarán en las urnas.
Quien parece que también va a ser candidato a la fuerza es Errejón, que mantiene, según hemos sabido a través de Bescansa, un enfrentamiento a cara de perro con Pablo Iglesias, ¿no?
Yo espero que Errejón no sea candidato a la fuerza, y si es así, no debería presentarse. Es verdad que en Podemos hay un pulso, se están echando órdagos y en toda esta ceremonia de la confusión ya veremos cómo acaban.
Otro tema que parece enquistado es el de Cataluña, ¿cómo se sale de este 'impasse'?
Yo creo que la única forma de salir de esta situación es formar un gobierno legal, que respete el estatuto de autonomía y la Constitución, y que esté liderado por una persona que no tenga ningún tipo de incapacitación judicial. Hay mayorías para formar un gobierno, que respete la ley y no hay más camino ni más opción que situarse dentro de la legalidad. Cualquier cosa que se aparte de la Constitución y del estatuto de autonomía es un error, en Cataluña es necesario que se imponga la cordura y el sentido común, y que se busque un candidato viable, que saque a las instituciones de la parálisis en la que se encuentran. Hay que empezar a hablar de sanidad, de educación, de políticas públicas, de vivienda, de transporte, etc. que es lo que quieren los ciudadanos.
¿Nos ha dado un bofetón la Justicia alemana por el asunto de la rebelión?
Lo que está claro es que hay distintas interpretaciones, pero también hay que tener mesura a la hora de hablar de decisiones judiciales, un respeto absoluto a las decisiones que se adopten, y evitar palabras grandilocuentes. Lo que está claro es que en España no hay presos políticos, y eso hay que decirlo.
Por último, ¿qué pasa si no se levanta el 155 y no se aprueban los Presupuestos Generales del Estado?
A mí me parece un problema serio que no se puedan sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. No me gustan las propuestas de PGE que se han hecho, porque España, como Estado social, queda por debajo del crecimiento nominal del PIB de la Unión, estamos como Rumanía o Bulgaria, las cuentas del Estado tienen que tener una orientación de largo alcance, y aquí parece que sólo se piensa en la coyuntura del momento, y los problemas a largo plazo no se abordan. Yo espero que, aunque sea difícil, se planteen propuestas que allanen el camino para que haya Presupuestos.