
El Partido Socialista no quiere soltar la mano al Gobierno de España a 24 horas de dar cuerda al artículo 155 de la Constitución, ya que se da por hecho que Puigdemont no va a contestar el jueves. En una exhibición de unidad, el Grupo Socialista aprovechó ayer el marco del Congreso de los Diputados para retirar la reprobación a la vicepresidenta, Sáenz de Santamaría, por su gestión en el 1-O. Tanta es la comunión entre las dos fuerzas políticas, que incluso este miércoles ha optado por no formular ninguna pregunta al Ejecutivo relacionado con el conflicto catalán, donde C's, En Comú, ERC y PDeCat volverán a preguntar por la crisis en Cataluña. En ese clima de unidad, PP y C's aprobaron en el pleno de ayer apoyar la iniciativa popular de promover homenajes a la Constitución. Pedro Sánchez viaja a Bruselas para contrarrestar el relato del independentismo.
Amén de estas decisiones, el esfuerzo del Partido Socialista tuvo ayer un contratiempo. El secretario general optó por eludir las declaraciones de Miquel Iceta, dirigente del PSC, muy critico con las actuaciones de la juez Lamela que han llevado a prisión a los promotores de ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.
Desde Galicia, Sánchez insistió en la postura oficial de su partido, quien tiene muy claro que España cuenta como un Estado social y democrático de derecho que cree en la separación de poderes, aunque comprende y respeta las opiniones que se puedan tener.
Sin embargo, la desazón de Iceta no es exclusiva. Alcaldes socialistas de Cataluña se pronunciaron en esta línea. La alcaldesa de Hospitalet, Nuria Marín, pidió una solución política, no judicial. El teniente alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, dijo que judicializar la política es un error y esta decisión es desproporcionada y agrava el conflicto. La alcaldesa de Santa Coloma, Nuria Parlon, manifestó por su parte que los conflictos políticos no se resuelven enviando a prisión a las personas que organizan manifestaciones. Y para rematar la retahíla de reprobaciones, el primer edil de Granollers, Josep Mayoral, afirmó que, con Rajoy a la cabeza, no será posible una salida sensata.
Pese al revuelo de los socialistas catalanes, Ferraz persevera en quitar hierro y centra su discurso único en un PSOE que siempre respeta las decisiones judiciales, "nos gusten o no nos gusten", dijo José Luis Ábalos, secretario de Organización. No en vano, en estos momentos, la disposición del Partido Socialista es inquebrantable. Hoy se da por hecho un nuevo encuentro entre Rajoy y Sánchez para plasmar las medidas concretas que serán remitidas esta semana al Senado.
"Deje de marear la perdiz"
Desconcertado con los "enredos burócratas y tecnócratas de PP y PSOE", Albert Rivera defiende el papel de Ciudadanos, que es "dar esperanza y ofrecer un proyecto de país a quienes no confían el bipartidismo". Rivera pidió a Rajoy que dejé de "marear la perdiz" y ponga en marcha el artículo 155 para convocar elecciones autonómicas, con fecha y para volver a la calma. El líder de C's está convencido de que los independentistas pueden perder ahora la mayoría. Por cierto, que también ayer, PSOE y PP dejaron solo a C's para combatir el adoctrinamiento en las aulas catalanas.