
Murcia suma ya varias semanas de enfrentamientos a cuenta de las obras para llevar el AVE a la Región. Los vecinos, que piden el soterramiento de las vías desde hace años, protestan por la colocación de "muros" que perpetúan la división que el paso del tren provoca en la ciudad. Gobierno y constructora aseguran que esas nuevas paredes son pantallas acústicas que flanquearán una vía provisional a la altura del paso a nivel de 'Santiago El Mayor' mientras se lleve a cabo la prometida ocultación de los carriles, versión que no convence a los vecinos. Contenedores y excavadoras quemadas, postes derribados y paro del tráfico ferroviario han encrudecido la situación en las últimas horas y han llevado a Fomento a advertir de que, además de poner el riesgo la llegada de la Alta Velocidad, puede ocurrir una tragedia.
El movimiento vecinal se ha fortalecido en los últimos días y desde el martes por la mañana, con el inicio de la colocación de los paneles separadores, la situación se ha tensado hasta la rebelión. Ese día se juntaron los suficientes como para cortar en la capital el tráfico de vehículos entre Torre de Romo y Ronda Sur y para obligar a los trabajadores de la empresa constructora a paralizar la instalación.
La situación se recrudeció en la noche del martes y se extendió a la madrugada del miércoles, cuando tuvieron lugar varios actos vandálicos que acabaron con las pantallas por los suelos, maquinaria de obra quemada al igual que varios contenedores y destrozos en las vías a lo largo de 400 metros que han obligado a parar el tráfico ferroviario en la zona desde la mañana del miércoles y a Renfe a ofrecer un servicio alternativo de autobuses para cubrir la zona que aún este viernes se mantiene. "Han sido significativos (los daños) y es obligación de Adif y Renfe garantizar la seguridad de todos los usuarios antes de volver a ponerlo en marcha", dijo la empresa en un comunicado sobre los hechos que suman al menos dos detenidos y varios heridos entre vecinos, policías y un periodista.
El presidente de Murcia Fernando López Miras afirmó el jueves que el soterramiento de las vías del tren a su paso por la ciudad de Murcia "es una reivindicación justa de los vecinos" y ha asegurado que "está garantizado", rechazando los actos vandálicos salidos de las sospechas de la instalación de la vía provisional. El presidente murciano considera "justo y necesario que se eliminen de la ciudad de Murcia las vías que desde hace 156 años separan a los vecinos de uno y otro lado. [...] debemos hacerlo con el soterramiento de las vías, algo que está proyectado y que tiene presupuesto". Pero el presupuesto y el plazo aún no se refleja en el BOE. Mientras Podemos exige su publicación, el PP en Murcia pide confianza en el compromiso del Gobierno.
A este respecto, el jefe del Ejecutivo regional y el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, recordó esta semana a los medios su firme compromiso con el soterramiento y advirtió del riesgo de que las obras de llegada del AVE a Murcia se interrumpan si empresa contratista abandona ante la imposibilidad de llevar a cabo el trabajo. Aldesa asegura que sus trabajadores tienen "miedo" por lo que no descarta abandonar el proyecto de "soterramiento de las vías, que es lo que Adif nos ha contratado".
Según los planes oficiales, a lo largo de 2018 llegará el AVE a Murcia pero no será hasta 2020 cuando se soterre. El responsable de Obra Civil de Aldesa, Guillermo Rey, explicó a Europa Press que el encargo ya contratado con Adif es el de soterrar las vías del tren pero explica que para poder hacerlo sin cortar el tránsito ferroviario ni dejar a Murcia aislada por ferrocarril es necesario instalar una vía provisional que estaría acabada en el primer trimestre de 2018 en el lugar donde están las vías actuales. "Las obras iban a buen ritmo", ha asegurado este jueves al anunciar el pensamiento de rescindir el contrato. "Si esto (las protestas violentas) sigue de forma reiterada nos preocupa la seguridad de nuestros trabajadores" además de los "sobrecostes que se están produciendo".
Los vecinos, en un bucle infinito de plazos
La Plataforma Pro-Soterramiento en Murcia, principal asociación vecinal en esta lucha, no se cree que las obras sean para el deseado soterramiento: "carece de proyectos y de presupuestos". En declaraciones a elEconomista.es, desde la Plataforma señalan que la construcción en marcha es para la llegada del AVE en superficie, opción que no acaba con el problema de la división de la ciudad. "Queremos el soterramiento. Lo que no queremos es un tren que viene protegido por un muro, con una catenaria con 25 kilovoltios a pocos metros de las casas y que nos eliminan los pasos a nivel", aseguran.
La Plataforma se desvincula de los actos vandálicos por no ser los convocantes de esa protesta espontánea. Sí se hacen responsables de la manifestación pacífica que el pasado sábado que secundaron 50.000 personas, la mayor marcha de la historia de la Región. "No se nos puede achacar que las obras no salgan adelante". Los vecinos no aceptan la responsabilidad de que las obras puedan pararse si la empresa se va.
Las primeras promesas a los vecinos se hicieron en 2006, año en que se firmó el convenio que establecía los términos de ejecución, según ha señalado a los medios el portavoz de la Plataforma Joaquín Contreras. "Se hizo la declaración de impacto ambiental, que ya está caducada, así como la planificación del plan urbano de Murcia y el plan especial de la estación del Carmen".
Desde entonces "el tema se abandonó", ha señalado Contraras, que critica la dejadez de años del Ministerio de Fomento, del Gobierno regional y del Ayuntamiento de Murcia, bajo alegaciones de que por culpa de la crisis económica "no había dinero". También recuerda que la entonces minsitra de Fomento, Ana Pastor, dijo en 2014 que "llegaría el AVE como sea, abandonando el convenio de 2006 y en superficie", algo que la Plataforma no acepta.
Ahora, la posible anulación del contrato entre la constructora y Adif derivaría en el aplazamiento de varios años más del soterramiento pues habría que aprobar nuevos proyectos, licitar y adjudicar las obras de soterramiento a la nueva empresa encargada.