
Un borrón y cuenta nueva para marcar el inicio de un PSOE que desde entonces buscar redefinir sus relaciones con el resto de fuerzas parlamentarias, incluido el propio Gobierno. De hecho, lo primero que hizo Sánchez tras su proclamación oficial es iniciar una ronda de contactos con todos los líderes con representación parlamentaria. El encuentro con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, fue el que más se hizo esperar, y no llegó hasta el pasado 6 de julio, después de que Sánchez se viera incluso con el jefe del Estado en la Zarzuela.
En esos primeros encuentros, el socialista emplazó a los respectivos líderes de Podemos, Ciudadanos e Izquierda Unida a construir una mayoría alternativa al Gobierno del PP. Los vetos mutuos, no obstante, enfriaron las aspiraciones de Ferraz, que admitía que los acuerdos serían bilaterales.
Este lunes, cuando se cumple un mes del Congreso federal en el que Sánchez anunció que quería impulsar una comisión con Podemos y Ciudadanos para desmantelar en el Congreso el legado de leyes de la mayoría absoluta del PP, el socialista está reunido -de nuevo- con Pablo Iglesias desde las 17:10 en el Congreso para poner sobre la mesa cuáles serán los primeros pasos en esa dirección, aunque ambos partidos no han puesto en marcha aún las comisiones bilaterales que iban a estudiar iniciativas parlamentarias.
Momento de deshielo
La cita llega tres semanas después de su anterior encuentro, y se produce en un momento de deshielo en las relaciones entre los dos partidos, después del principio de acuerdo en Castilla-La Mancha para que Podemos entre a formar parte del Gobierno del socialista Emiliano García-Page, que a cambio salva los Presupuestos y garantiza la estabilidad del Ejecutivo regional. También se produce tras el paso al frente del PSOE en la cuestión catalana. El pasado viernes el partido con sede en Ferraz se postuló para liderar el debaje sobre la reforma constitucional con o sin el PP y con la premisa base de que la Carta Magna debe reconocer las aspiraciones nacionales de Cataluña, aunque siempre dentro de la ley, o lo que es lo mismo, sin un referéndum ilegal independentista.
La principal novedad del encuentro de hoy es que esta vez Sánchez e Iglesias acuden custodiados por sus respectivos equipos. Desde Podemos priorizan la agenda económica y quieren poner sobre la mesa una propuesta para cambiar la legislación sobre pensiones, lo que incluye adelantar la jubilación a los 61 años, y otra para forzar al PP a garantizar partidas dedicadas a políticas sociales.