País Vasco

'El profundo desaliento del Señor Talento'

Sí, así es, el talento está sufriendo, ahora mismo y en lenta agonía, mientras leemos estas líneas. Se percibe en las conversaciones, en las empresas y en el gris de muchas miradas. Ya no podemos lamentarnos con culpas sinsentido hacia ese ente llamado crisis, no lo podemos permitir más.

Uno de sus malditos colaterales está siendo el reguero de desaliento que está afectando ya a muchos y buenos profesionales. Corrupción, mentiras, enchufismos baratos, pasotismo social, conformismo? toda esta amalgama de negatividad está provocando que se desaproveche el valioso potencial de grandes personas talentosas.

Éstas se sienten cada vez más frustradas ante la no aceptación generalizada de la meritocracia, como no podía ser de otro modo. Ya no sirve con coger la maleta y abandonar tu tan querido hogar. No, cuando queda, aunque sea sólo un poco de responsabilidad social y moral para con tu pueblo, te indignas y mucho.

No puedes más que enviar un mensaje de crítica, de auxilio, a los oídos sordos de los que tienen que decidir para solventar esta injusta situación. La falta de oportunidades para este colectivo de personas, que deben ser el motor del desarrollo de nuestra sociedad, está ahogando sus ilusiones, sus ganas de prosperar y de generar conocimiento y riqueza en el entorno. Se han convertido en piezas no encajables del sucio y mal engrasado mecanismo de un progreso anquilosado en el ahora y no en el mañana. Figuras que ya no brillan a la espera de una voz que les saque de esa oscuridad que corta las alas de su creatividad, de lo nuevo, del cocrear?

Los mediocres han provocado que el talento se consuma mansamente mutando en algo parecido y con forma de 'destalento' (desaliento del talento).

Pero este proceso será reversible, que no os quepa duda alguna. Mientras tanto seguiremos viendo con tristeza como los más galardonados profesionales tienen que emigrar en busca de su merecido porvenir. Éxodos masivos de talento por tierra, mar y aire aunque éstos son los menos.

El gran potencial, el talento más recuperable, sigue oculto en nuestras fronteras, agazapado, a la espera de su momento. Sólo nos queda desear que aún no sea demasiado tarde y que cuando el llamador de la puerta suene, alguien todavía ilusionado aparezca al otro lado y al que responderemos con un: 'Adelante Señor Talento y sea usted muy bienvenido, hace tiempo que le estábamos esperando'.

Aitor Jiménez, emprendedor y autor del blog 'Empresamientos'

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