Deloitte pone en duda su viabilidad económica del Grupo Fagor Electrodomésticos en la auditoría correspondiente al ejercicio 2012. Para ese año el grupo reconoce unas pérdidas consolidadas de 89,9 millones, frente a unos números negativos de 27,5 millones en 2011.
En su informe Deloitte afirma que "el importe total del pasivo corriente excede del total del activo corriente", por lo que "estas condiciones indican la existencia de una incertidumbre significativa en relación con la capacidad del grupo para realizar sus activos y hacer frente a sus pasivos en el curso normal de las operaciones".
No obstante, según indica Deloitte, Fagor Electrodomésticos formula las cuentas de acuerdo "con el principio de empresa en funcionamiento" en base a una serie de medidas de saneamiento que piensan poner en marcha, además de señalar que cuentan con el apoyo financiero de la Corporación Mondragón y de terceros, que no se especifican.
Además de la llamada de atención del punto 6 de la auditoría, Deloitte observa otra serie de salvedades en los puntos 2, 3, y 4.
En el punto 2 estiman que el fondo de comercio que estima Fagor por la compra de la francesa Brandt (filial que en 2012 arroja importantes pérdidas) cuantificado en 50 millones se basa en estimaciones que a su parecer debían haber sido "más prudentes", pero no cuantifica en cuánto.
En el punto 3 indica que Fagor ha adquirido a una de sociedad asociada el derecho de sublicenciar a terceros la marca Fagor en determinados mercados y en el ámbito de la línea blanca. Dicho intangible figura por un importe neto de 29,5 millones, cifra que para Deloitte debiera haber se hecho con un valor inferior. En la nota 4, el informe auditor dice que el grupo tiene activados créditos fiscales por 49 millones y que en 2012 se han dado de baja 6 millones, cifra que en su opinión debiera haber sido mayor.
En el año 2012, Fagor reconoce perder 89,9 millones, con una facturación de 1.167 millones, con un descenso del 9 por ciento, pero que en 2013 esperan crecer un 1 por ciento en ventas. Su plan estratégico prevé reducir más los costes y buscar alianzas.
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