Escaparse al casino de Montecarlo, o coger un vuelo privado para ir de compras a Nueva York es un capricho que se permiten algunas personas y que casi ninguna rechazaría. Lo exclusivo atrae y eso sienta bien a Moët Hennessy Louis Vuitton (LVMH), el gigante francés del lujo, que engorda ingresos con el negocio de relojería y joyería en cabeza
Thierry Nataf, presidente de Zenith, una de las tres filiales relojeras del grupo-sus artículos cuestan entre 3.500 y 1 millón de euros-, opina que irá a más.
En siete años, Zenith ya ha pasado de figurar en el puesto 188 del ranking de su sector a colocarse entre los ocho primeros.
¿Cómo es que Zenith ha crecido tanto en menos de una década?
Hace siete años, cuando LVMH compró Zenith, había 200 marcas suizas de relojes, pero solamente unas pocas fabricaban la tecnología interna. Comprando al rey del crono, como se conoce a Zenith, y adquiriendo la tecnología el Primero, el sistema de movimiento más rápido del mundo, obteníamos unos activos estratégicos muy interesantes para el grupo.
Poseíamos la tecnología y el poder del diseño, así que lo que primero que hicimos fue renovar completamente la colección tanto para hombre como para mujer.
Es extraño que dónde más aumenten sus ventas sea en Europa y EEUU, que son mercados maduros
Estamos presentes en más 55 mercados en el mundo y en los últimos siete años hemos pasado de ocupar el puesto 188, para colocarnos entre el top cinco y ocho del mundo en el sector. En EEUU somos líderes y Europa occidental también.
Es verdad que son mercados maduros, pero crecemos con fuerza porque nuestros relojes son innovadores y además de una tecnología excepcional, su diseño también lo es.
¿Qué puesto en el sector alcanzarán en cinco años?
Ese es el misterio de los negocios. El secreto de Zenith es que el producto es el héroe y pienso que una gran compañía es la que es capaz de ofrecer una colección excepcional. Nosotros creamos cinco colecciones para cinco tipos distintos de hombres, con los que cubrimos todos los mercados objetivo, con distintos niveles de precio. Los más caros, Academy, pueden costar entre 100.000 y un millón de euros.
Los más baratos, alrededor de 3.500 euros. También tenemos líneas para mujer. En el futuro continuaremos haciendo lo mismo: realizar colecciones excepcionales de mucha calidad, con una maquinaria muy buena por detrás.
La moda es un negocio cíclico, ¿les preocupa que la economía crezca de forma más lenta en el futuro?
No es el mismo negocio, igual que no existe un solo lujo, sino varios, que se pueden distinguir por el precio. Si la economía se ralentiza, el sector de relojes de alta gama va a seguir creciendo.
El riesgo está en el lujo con un precio que roce los 1.000 euros. Recuerdo, además, que en 2001 y 2002 las bolsas caían, pero la gente compraba relojes porque protegían su inversión.
Entonces ¿son los relojes de lujo una inversión refugio?
Los Zenith normalmente se fabrican con serie limitada. Por ello, si pagas 25.000 euros por uno, si se vende después se puede recibir entre 30.000 y 35.000 euros.
Este producto, por lo tanto, muchas veces ofrece mejor rentabilidad que invertir en acciones.
