Opinión

El 26J lo gana la moderación y lo pierde la nueva política

  • Rajoy planteó estos comicios como la alternativa entre moderación y extremismo
El líder del PP, Mariano Rajoy, votando el 26J. Imagen: EFE

Con los resultados de las elecciones del 26J lo más conveniente para este país, empujado a la fuerza a un cambio poco claro y claramente oportunista, es un gobierno de coalición del PP con Ciudadanos que alcance la investidura con la abstención del PSOE. Si los dirigentes políticos entienden el mensaje de los electores, deberán hacer extensiva la moderación transmitida en las urnas. Y deberán facilitar la formación de gobierno del único partido que ha conseguido ampliar su respaldo en votos y en escaños.

Rajoy planteó estos comicios como la alternativa entre la moderación y el extremismo. Y claramente ha ganado la moderación. Los partidos del cambio, como se autodenominan PSOE, Podemos y Ciudadanos, han perdido de forma evidente. El líder del PP se reafirma en su partido, por si alguien tenía alguna duda, y en la posición política central del país. Sacaba 33 escaños al segundo y ahora ha ampliado la distancia hasta los 42. Ha ampliado la ventaja de forma abrumadora sobre sus adversarios con todo en contra: casos de corrupción, medios de comunicación e inercia de la falsamente preponderante nueva política, la otra gran derrotada de la noche.

El único éxito del PSOE, y no es pequeño, ha sido frenar el adelantamiento que iba a sufrir por parte de la extrema izquierda. Ha logrado mantenerse como fuerza hegemónica de la izquierda española. Pero su negativa en varios idiomas a mantener un mínimo diálogo con el primer partido del país no se sostiene ahora. No le vamos a pedir a Pedro Sánchez que dé su voto a favor de una investidura en la que no cree, pero sí que la garantice con las abstenciones necesarias en segunda votación. Sobre lo confuso del debate interno que abrirá el nuevo peor resultado histórico de esta formación baste decir que la líder andaluza ha perdido de forma contundente frente al PP, con tres escaños de diferencia.

La coalición Unidos Podemos no sumó. Todo lo contrario. Ha alcanzado los cinco millones de votos a duras penas y se ha quedado a tres puntos del porcentaje que en diciembre obtuvieron Podemos e IU por separado. Los votantes tradicionales de Izquierda Unida no han aceptado el enjuague que les preparó otro de los grandes derrotados, Alberto Garzón, el hombre que destruyó un proyecto con décadas de implantación en la democracia. Ada Colau se anota una victoria sobre Pablo Iglesias, pero su triunfo en Cataluña se ve ensombrecido por la pérdida de cien mil votos.

Ciudadanos ha sufrido su primera gran derrota electoral tras una irrupción espectacular en el Congreso hace seis meses. La posición política de Albert Rivera en la legislatura fallida, arrumbando al PSOE y convirtiéndose en una prolongación de sus 90 escaños de entonces, ha sido letal para ellos. Pero aún peor ha sido apoyarse en la idea de echar a Rajoy como fuera, por decisión sacrosanta de un joven líder que ha pecado de inexperto y por momentos de arrogante.

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