
Admitiendo que cualquier comparativa con 2013 tiene que ser necesariamente buena (un año de mínimos para el mercado español), lo cierto es que el resurgir del ladrillo suma y sigue nuevas estadísticas que adelantan la estabilización.
Los últimos datos del INE desvelan que en 2014 los precios subieron un 0,3% respecto al año anterior. Sólo entre septiembre y diciembre, el alza fue del 1,8%, sumando tres trimestres consecutivos en positivo. La normalización de precios, la mejora del empleo y la apertura del crédito apuntan en la buena dirección de un sector que está llamado a contribuir a la recuperación.
Operaciones de calado como la protagonizada por Carlos Slim en Realia avalan el cambio de ciclo. Pero toca ser prudentes; aún seguimos pagando los excesos del pasado.