Opinión

Rubén Manso Olivar: Los números del rescate bancario

Los números del rescate bancario español no son tan fáciles de calcular. El otro día el gobernador del Banco de España lo cifró en 7.551 millones.

El importe era el que correspondía a las ayudas dadas a cuatro entidades que a 30 de septiembre habían requerido la toma de control por parte del Estado para que su patrimonio neto, la diferencia entre sus derechos y obligaciones, fuera suficiente para asegurar que estas últimas, las obligaciones o pasivos, pudieran ser atendidas.

De esas cuatro entidades, una además disponía de una línea del Frob de 3.000 millones para asegurar su liquidez. El Frob ya había dado apoyos en dos bloques de 8.035 millones a cuatro entidades y de 2.155 millones a otras tres. Pero antes tuvimos el Fondo de Adquisición de Activos Financieros, que otorgó liquidez por 17.095 millones en cuatro subastas entre noviembre de 2008 y enero de 2009.

Los apoyos de liquidez, por tanto, han sumado hasta la fecha 19.895 millones que, como créditos que son, debieran recuperarse en su totalidad. Los apoyos en forma de recursos propios a las entidades han sumado 17.737 millones.

Podrían recuperarse en parte, dependiendo de los precios a los que se deshaga el Estado de sus participaciones en las entidades nacionalizadas. Sin embargo, éstas no son las cifras del rescate aunque lo parezcan (37.632 millones que suman ambos conceptos), porque el Estado puede llegar a recibir una parte importante de estos fondos. El verdadero coste del rescate es el encarecimiento de toda la deuda pública española desde que los mercados se apercibieron de que nuestras autoridades habían extendido un aval implícito a todo el sector financiero.

Las emisiones desde finales de 2008 se han encarecido en un 1,2 por ciento aproximadamente para todos los plazos. En el caso de la emitida por el Estado, su variación desde el tercer trimestre de 2008 ha sido de 240.000 millones (un crecimiento del 82 por ciento), lo que supone un encarecimiento de alrededor de 3.000 millones anuales en pagos por intereses durante los cinco años que tienen de media nuestras emisiones, es decir, 15.000 millones que no volverán jamás. Para los tenedores de la deuda anterior a la crisis (355.000 millones), la subida de tipos ha supuesto una pérdida en el valor de sus activos de otros 15.000 millones. Esos son los costes del rescate bancario.

Rubén Manso Olivar. Mansolivar & IAX. Profesor de la Universidad de Alcalá. Inspector de Entidades de Crédito del Banco de España (excedente).

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