Zapatero encajó ayer el enésimo KO de la crisis a su gestión económica, huérfana de medidas acertadas. Hubo de reconocer que la mejora del empleo es tan débil que no supone un cambio de tendencia, desacreditando su propia reforma laboral.
No obstante, aprovechó que la OCDE prevé una caída del -0,2% en España este año para revisar al alza en una décima la proyección oficial. El Ejecutivo se dispone a endurecer las condiciones para cobrar el paro y a dar libertad de amortización hasta 2015 a toda empresa, actuaciones sobre las que se han vertido muchas palabras y ningún hecho.
En esas, hoy vende en Consejo de Ministros una amalgama de medidas para el resto de legislatura que, bajo la etiqueta de Agenda Social, agrupa a viejas conocidas de la Ley de Economía Sostenible y compañía. Más de lo mismo.
