Firmas

¿Podría repetirse el 'Black Monday'?

El Black Monday fue una absoluta sorpresa para mí. Aunque llevaba trabajando desde 1982, no pensaba que los mercados pudieran caer con tal magnitud, pero me di cuenta de que sí era posible. A menudo, cuando se piensa en qué causó este acontecimiento se habla del gran papel que tuvo el trading programático, una especie de cobertura mediante la que si el mercado caía y se alcanzaba un determinado nivel se activaban las ventas. Y así fue, se activaron las ventas, que a su vez desencadenaron más y más ventas y se produjo un efecto "bola de nieve" que el mercado no fue capaz de asumir. Hoy se cumple el XXX aniversario del Lunes Negro de 1987.

Por tanto, en mi opinión, el trading programático sí tuvo un papel relevante y realmente me recuerda a los ETFs de hoy en día. Lo que sucedió no se podía predecir, pero debería ser un recordatorio de qué podría pasar actualmente dado que toda la gestión pasiva se canaliza a través de ETFs.

Mi impresión es que hay mucha gente que realmente no sabe qué valores tiene cuando poseen un ETF. Simplemente saben que el mercado está subiendo y quieren aprovechar esta subida, pero no saben de valoraciones. No me sorprendería si cuando lleguemos a la próxima caída del mercado, vemos alguna clase de efecto similar con los ETF al experimentado con el trading programático.

Sin embargo, este acontecimiento también supuso al mismo tiempo una oportunidad de inversión. Todo el mundo pensó que como resultado del impacto se produciría una recesión, pero dicha recesión nunca llegó.

Y, como consecuencia, todas las acciones que tenían algún componente cíclico, ya fueran acciones minoristas o bancos, constituían una gran oportunidad de compra, fue un crash financiero, pero no económico. De hecho, el impacto sobre la economía fue muy limitado. ¿Y por qué?

Es sencillo: casi nadie tenía acciones en cartera. Veníamos de un largo periodo en el que el mercado inmobiliario era el lugar en el que había que estar. En aquel momento, no se invertía en acciones de la forma en la que se invierte hoy en día. Por este motivo, cuando el mercado se colapsó, los únicos que sufrieron fueron algunas instituciones y grandes patrimonios. Fue, por tanto, una gran oportunidad de compra, ya que el Black Monday no tuvo un impacto económico real.

No obstante, este acontecimiento no modificó mucho la manera en la que tomamos las decisiones de inversión. Nuestro estilo se guía en gran medida por el enfoque bottom-up de Warren Buffett de comprar acciones de buena calidad que pueden capear todo tipo de tormentas. Se trata de buscar acciones y mantenerlas a largo plazo, porque todos los factores exógenos, como la evolución de los tipos de interés o las divisas, se desarrollan a corto plazo y tienen influencia en los mercados, pero no se pueden predecir con suficiente antelación como para obtener beneficio con ellos.

Puede que George Soros, así como algunos gestores de Hedge Funds puedan, pero la mayoría no puede. Por ello, intentamos ceñirnos específicamente a lo que podemos hacer y esto consiste en no centrarnos en cuestiones macroeconómicas, en trading programático, en ETFs, o en tipos de cambio internacionales, sino en tratar de adquirir buenas compañías que pueden sobrevivir a diferentes crisis.

Por ejemplo, actualmente la pregunta del millón de dólares es cómo afectará la normalización de los tipos de interés en Estados Unidos a la renta variable. Buffett compareció recientemente en televisión y dijo lo mismo que dijo hace dos años en su encuentro anual al ser preguntado por las valoraciones del mercado: "En relación a los tipos de interés actuales, el mercado parece razonable, pero si los tipos de interés cambian notablemente, podemos encontrarnos con que la renta variable está cara".

Y puntualizó: "En el caso de los inversores a largo plazo, compraría acciones, porque el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años es del 2,3%, por lo que con un horizonte de inversión a 30 años, ¿dónde invertirías el dinero, en bonos del Tesoro con un rendimiento del 2,3% o en renta variable?" También añadió: "Con esta comparación, yo preferiría las acciones". Es decir, actualmente los inversores adquieren acciones porque no pueden ganar dinero con fondos del mercado monetario.

Sin embargo, en mi opinión, hay una gran complacencia en los mercados, especialmente, de las personas que compran renta variable y que no saben qué tienen en un ETF. Por tanto, como he comentado anteriormente, no me sorprendería si el mercado vive algún sobresalto cuando suban los tipos de interés o cuando la flexibilización cuantitativa empiece a estar fuera del mercado. No podemos preverlo, los mercados subieron cuando se inició la flexibilización cuantitativa y es lógico pensar que habrá sobresaltos cuando la situación vuelva a su curso normal.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky