
La delicada situación de la bolsa en España aprieta a las compañías más endeudadas. Según fuentes consultadas por elEconomista, Corporación Financiera Alba, que cuenta con una participación del 17% en ACS, habría hecho llegar al presidente de la constructora, Florentino Pérez, un mensaje sobre la necesidad de acometer un proceso de refinanciación de la compañía ante la posibilidad de que el escenario financiero empeore.
Los últimos vaivenes bursátiles habrían llevado a los hermanos March -socios mayoritarios de Alba- a alertar al constructor de esta situación, así como de la exigua generación de fondos operativos de la compañía.
ACS tenía al cierre del primer trimestre del año un endeudamiento neto de 8.803 millones de euros, según los datos remitidos por la propia sociedad a la CNMV. En esta cantidad no se incluyen los 3.073 millones asociados a los activos de renovables que la compañía está vendiendo, repartidos en cinco paquetes, y de los que, por el momento, ha alcanzado ya cuatro acuerdos de venta, así como la deuda de Clece, cuyo acuerdo de venta a Permira y Mercapital se alcanzó en marzo, y tras casi cinco meses no ha logrado materializarse por la falta de financiación.
Vencimientos
La constructora también tiene que hacer frente a vencimientos durante este ejercicio de unos 2.200 millones y de aproximadamente 7.100 millones en 2012, entre los que figuran la deuda de Urbaser -que vence en mayo de 2012- o la de Hochtief, lo que haría necesario acometer este nuevo proceso de refinanciación o reducir su exposición en las inversiones financieras en las que no mantiene el control.
Gran parte de la deuda de ACS no tiene origen en el negocio básico de la empresa, es decir, su actividad de construcción y servicios, sino que está ligada a sus grandes inversiones en otras sociedades, como es el caso de Iberdrola, con 4.747 millones, o con Hochtief con 886 millones. Es decir, 5.603 millones -el 64% de su endeudamiento neto- . El pasado 10 de febrero, Residencial Montecarmelo, filial al 100% de ACS, firmó un acuerdo para refinanciar 2.059 millones de euros a partir del 28 de diciembre de 2011, fecha en la que vencía el anterior crédito, con una duración de tres años. Dentro de ese mismo pacto se firmaron diferentes contratos de cobertura de tipos de interés por el 90% del importe inicial del préstamo sindicado y que vencieron en julio.
Entre las principales características del contrato de financiación destaca la existencia de un ratio de cobertura sobre el valor de mercado de las acciones de Iberdrola, de tal forma que, de no mantenerse, podría ser motivo de ejecución de la prenda constituida. En el caso de no cumplirse el ratio de cobertura mencionado, ACS estaría obligada a aportar fondos hasta un límite de 331,6 millones de euros en forma de crédito subordinado.
ACS firmó también un préstamo, a través de la sociedad Corporate Funding, con vencimiento el 30 de diciembre de 2013 por un importe nominal de 600 millones de euros, con un coste financiero referenciado al euribor más un margen y con garantía real de las acciones adquiridas de Iberdrola.
Contrato de financiación
Entre las principales características de este contrato de financiación destaca la existencia de un ratio de cobertura sobre el valor de mercado de las acciones de la eléctrica de tal forma que, de no mantenerse, el grupo debería aportar activos adicionales y en caso de no realizarse dicha aportación, podría ser motivo de ejecución de la prenda constituida. Por el momento, se desconoce si ante la fuerte caída de las acciones de Iberdrola alguna de estas garantías ha sido ejecutada por las entidades financieras o si ACS ha tenido que hacer aportaciones adicionales.
Iberdrola no contribuyó en el primer trimestre con ninguna aportación a las cuentas de ACS, ya que los dividendos en 2011 se devengan en la Junta General de Accionistas de la eléctrica que se celebró en mayo.
La constructora estimaba recibir un dividendo neto de más de 199 millones de euros, correspondientes a su participación, aunque finalmente ascendió a 206 millones en metálico.
Según el precio de cotización actual, ACS necesitaría 280 millones de euros para acercarse a la participación del 20% que alcanzó a principios de año. La constructora no podrá, sin embargo, apuntarse este cobro hasta el tercer trimestre y queda todavía que dé a conocer las cifras del segundo trimestre.