
El mercado del petróleo está sufriendo durante los últimos días el impacto de Donald Trump por varias vías. El presidente no quiere altos precios del recurso energético, algo que ha declarado en varias ocasiones. Ahora, las últimas caídas en los precios pueden tener relación con su cruzada comercial -además del rumor de que el presidente estadounidense planea desbloquear una gran cantidad de oferta de sus reservas estratégicas- y también con que Arabia Saudí pueda estar ofreciendo más crudo a sus compradores de lo que se esperaba el mercado.
Todo esto puede haber tenido efecto en la última caída del barril: este lunes, el Brent llegó a ceder casi un 5% durante el día, cayendo hasta los 71,8 dólares, un precio que no visitaba desde el pasado mes de abril. Desde los máximos del año, el pasado 23 de mayo, el barril europeo retrocede un 10%.
Según se explica desde Bloomberg, el aumento de la beligerancia en la guerra comercial entre China y Estados Unidos puede estar llevando a los inversores a considerar que la demanda se va a ver castigada por el impacto del proteccionismo. Por parte de la oferta, Trump lleva tiempo criticando la reducción que tacha de "artificial" del suministro de crudo que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) lanza al mercado, ya que el precio de los carburantes en Estados Unidos se ve afectado por ello y se encarece.
Ahora, su presión podría estar dando resultados: fuentes de Bloomberg señalan que Arabia Saudí está ofreciendo cargamentos adicionales de petróleo a sus clientes asiáticos. A esto se suma la especulación de que la administración Trump está barajando la posibilidad de inundar el mercado con un nuevo cargamento, de entre 5 y 30 millones de barriles que sacaría de sus reservas.
Hay que destacar que los inventarios de crudo del país se han reducido en un 25% desde los máximos de 2017, hasta los 405 millones de barriles.