
La expectativa de que el Banco Central Europeo (BCE) sea algo más agresivo de lo previsto a pesar de los nubarrones políticos que amenazan a la región -ver información de la izquierda- también ha servido de apoyo a la divisa común, que rebotaba a media sesión del miércoles un 0,7%, hasta alcanzar los 1,177 dólares.
Con este movimiento, la moneda única se apunta un rebote del 2% desde los mínimos del año, aunque todavía retrocede casi un 2% en lo que va del presente ejercicio. "Con el cruce cayendo cerca de un 5% desde mediados de abril y con la eurozona sufriendo una crisis política en Italia, ya hay muchas malas noticias puestas en precio. Por lo tanto, la posibilidad de que la reunión del BCE pese a la baja en el euro es bastante baja", explican desde TD Securities.
A nivel técnico, los expertos de Ecotrader explican que el euro debe cerrar la semana por encima de los 1,173 dólares, lo que supondría formar un suelo en la zona de los 1,145-1,15 billetes verdes. Este escenario le permitiría "tratar de retomar su tendencia alcista principal".
Por fundamental
Más allá de las consideraciones técnicas, el consenso espera que más a largo plazo el euro debe seguir fortaleciéndose frente al dólar. En concreto, los analistas fijan el precio objetivo del par en los 1,28 billetes verdes de cara al próximo ejercicio.
Con todo, los expertos también coinciden en señalar que la incertidumbre política puede retrasar este repunte de euro y que gran parte de la subida dependerá de cómo y cuándo el Banco Central Europeo llevará a cabo la retirada de estímulos monetarios. De momento, el mercado descuenta una primera subida de tipos de la entidad a mediados del próximo ejercicio.