
Invertir en empresas que luchen por la igualdad de género no implica renunciar a la rentabilidad en la cartera. De hecho, el índice 'Equileap Europe Gender' sube un 43% en 6 años frente al 34% que avanza el Eurostoxx en el mismo periodo.
El nuevo año ha empezado con fuerza para la causa feminista. Mítico es ya el discurso que Oprah Winfrey pronunció en la entrega de los Globos de oro quien sumándose el movimiento #MeToo que busca hacer visibles para la sociedad todos los casos de abusos sexuales que se han vivido en la industria del Hollywood -y más allá-, reivindicó un futuro en que convivan, con los mismos derechos y oportunidades, hombres y mujeres. Un mundo en el que por ejemplo no exista el concepto de brecha salarial, esa que muestra que en Europa una mujer gane un 13,3 por ciento menos de salario que un hombre por el mismo puesto de trabajo, según los datos de Eurostat, o en el que los trabajos no remunerados -tareas domésticas, cuidado de hijos o de personas dependientes- se repartan a partes iguales entre hombres y mujeres- solo en España, el 95 por ciento de las mujeres cuida y educa a sus hijos diariamente, frente al 68 por ciento de los hombres, según Eurostat- .
El discurso de Oprah viene a confirmar el resurgimiento de un nuevo feminismo al que cada vez se suman más mujeres -y hombres- en el mundo y que encontró el año pasado su punto de inflexión con la manifestación global que se celebró con motivo del Día Internacional de la Mujer. Un renacimiento feminista que, entre otras cosas, estuvo detrás de que, por ejemplo, en Pantone eligieran el violeta -tono que han abanderado las mujeres con motivo de la celebración en 2017 del Día Internacional de la Mujer- como su color del año, o de que la prestigiosa revista Time haya elegido a cuatro mujeres desconocidas como su Person of the Year.
Además, la causa feminista también está calando en las más altas esferas políticas. Se ve en que Islandia, siempre avanzado en políticas sociales, se ha convertido ya en el primer país que impone auditorías salariales a las empresas de más de 25 trabajadores para comprobar que hay igualdad salarial entre hombres y mujeres y sanciona a las incumplidoras. Se ve también en que Alemania ha empezado a permitir a las trabajadoras de compañías de más de 200 empleados conocer el salario que cobran los hombres en su mismo puesto de trabajo y no contempla multas, aunque el empresario puede ser demandado ante los tribunales. Y se observa también que incluso en España se están planteando medidas similares.
No es casualidad, por tanto, que haya sido en este último año cuando algunas gestoras como Axa IM o Lyxor han decido incluir la igualdad de género dentro de sus temáticas de inversión lanzando dos productos ad hoc: Axa World Funds Mix IN Perspectives, que realiza una gestión activa de la cartera incluyendo el baremo de igualdad de género, y Lyxor Global Gender Equality UCITS, que replica a un índice que lo hace.
Pero como sucede siempre que se habla de inversión socialmente responsable -seleccionar compañías que incluyan la igualdad de género es solo una modalidad más- surge la duda de si esta apuesta social implica renunciar a parte de la rentabilidad que se pudiera conseguir con una cartera más tradicional. Atendiendo a la evolución que han tenido los índices bursátiles que incluyen a compañías que luchan contra la desigualdad de género -gender gap es su término en inglés- en comparación con sus homólogos más comunes, la conclusión es que no afecta o, al menos, no negativamente. De hecho, en los últimos seis años el índice Solactive Equileap Europe Gender Equality PR Index, que incluye a las 25 compañías europeas que más luchan contra la desigualdad de género, acumula una rentabilidad del 43,64 por ciento según Bloomberg, lo que supone 11 puntos más de rentabilidad que el que sería su equivalente, el Eurostoxx 50. Por su parte, el índice Solactive Equileap Global Gender Equility, que hace la misma selección que el europeo aunque a escala global, logra una rentabilidad en los últimos seis años del 107 por ciento en euros, muy similar por tanto al 106 por ciento del MSCI World en la misma moneda.
Además, cada vez se publican más estudios que apuntan a que la inclusión de la mujer en los puestos de responsabilidad de una empresa acarrea un extra de rentabilidad en el mercado para dicha compañía. Uno de los últimos pertenece a Banco Nordea y concluye que las acciones de las empresas con féminas al mando han obtenido una rentabilidad en bolsa de un 25 por ciento anual desde 2009, una cifra claramente superior al 11 por ciento de media en las compañías cotizadas analizadas -más de 11.000-. Y eso a pesar de que siguen siendo minoría ya que, según el informe Global Gender Gap, que elabora anualmente el Foro Económico Mundial y que analiza los progresos en igualdad de género en 144 países, las mujeres representan menos del 50 por ciento de las empresas líderes de cada sector que han analizado e incluso en sectores como el de la energía o las manufacturas esa cifra cae al 20 por ciento.
Las más igualitarias
Sin embargo, hay excepciones y algunas de ellas se ven en la composición del índice global que elabora Soalctive. En los primeros puestos del mismo figuran grandes multinacionales como la francesa L'Óreal, la británica Diageo, Telia Sonera, Sanofi..., pero también bancos como Société Générale, BNP Paribas, JP Morgan, Wells Fargo o el australiano West Pac Banking Corp.
De todas ellas, la empresa de cosméticos es la que presenta una fuerza laboral más femenina. Según recoge Bloomberg, hace apenas 10 años el 76 por ciento de los 1.000 puestos más relevantes de la compañía estaban en manos, de hombres y hoy el 48 por ciento está ocupado por mujeres y creciendo, ya que el año pasado el 77 por ciento de los nuevos contratos que se hicieron les correspondieron a ellas. Por su parte, Diageo presenta un caso de lo más curioso en lo referente a la igualdad salarial que tanto han promulgado y es que incluso ahora se da el caso de que las mujeres que trabajan para esta compañía en Inglaterra y Gales cobren un 9,8 por ciento más de media que los hombres, por lo que ha sido nombrada como la mejor compañía de trabajo para mujeres en Reino Unido. A la empresa de bebidas la supera en el ránking de igualdad que elabora Solactive el banco Westpac Banking Corp. Esta entidad australiana presume de haberse convertido en el año 1995 en la primera empresa cotizada en Australia en fomentar la baja remunerada de paternidad y el año pasado, su director ejecutivo Brian Hartzer presumió de haber conseguido cerrar la brecha salarial entre sus empleados. Todo un hito teniendo en cuenta que la Organización Internacional del Trabajo de las Naciones Unidas, alerta de que no será hasta 2087 cuando desaparezca la brecha salarial global, que ahora cifran en el 27 por ciento, a pesar de que cerrarla supondría añadir 28 billones de dólares al PIB mundial en 2025, según un estudio realizado por McKinsey Global Institute.