Bolsa, mercados y cotizaciones

Draghi renuncia a 'guerrear' por el euro y se vanagloria del crecimiento

  • Achaca la fortaleza del euro a factores ajenos a la eurozona
  • Cree que "casi nada" ha cambiado desde la última reunión

"Esta reunión del Banco Central Europeo (BCE) ha hecho muy poco para responder o incluso aclarar algunas cuestiones pendientes". Este extracto del análisis de Lombard Odier resume lo que se vivió ayer en la primera reunión del año del BCE. Mario Draghi, presidente de la entidad, mostró, si cabe, más prudencia de la habitual, que nunca ha sido poca, a la hora de encarar a la prensa, centrada en encontrar pistas en el discurso del italiano sobre el ritmo de normalización monetaria que va a mantener la entidad durante los próximos meses.

Las expectativas de los más de 50 expertos encuestados por Bloomberg la semana pasada apuntaba a que sería una reunión de paso, sin grandes anuncios ni un cambio de discurso clave por parte del jefe del dinero de la eurozona. Así fue, pero había una cuestión importante que encarar: la fortaleza del euro.

Si el pasado septiembre Draghi logró frenar la escalada de la divisa europea, que entonces había superado los 1,20 dólares por primera vez desde enero de 2015, en esta ocasión el encuentro llegaba con la divisa considerablemente más cara en ese cruce, en los 1,24 dólares. Sin embargo, el presidente del BCE repitió la misma frase que en septiembre: "La reciente volatilidad en el tipo de cambio representa el origen de una incertidumbre que requiere ser vigilada, por las posibles implicaciones en el medio plazo que pueda tener en la estabilidad de precios", una sentencia que, lejos de desanimar a los inversores, pareció envalentonarles, teniendo en cuenta las subidas que experimentó la divisa mientras Draghi seguía compareciendo frente a los medios.

¿Qué descuenta el mercado?

Las preguntas que muchos pueden estar planteándose pueden ser ¿porqué no han funcionado las palabras mágicas del italiano? ¿Qué ha cambiado desde septiembre, cuando su conjuro aplacó las alzas de la divisa, en lugar de encarecerla? La respuesta puede estar en el contexto en el que han llegado. Estados Unidos ha dejado claro en el foro de Davos que está más que dispuesto a pelear por la debilidad del dólar, la famosa guerra de divisas, en la que Draghi parece estar evitando participar. Víctor Alvargonzález, estratega de inversiones, opina en este sentido: "Partiendo de las declaraciones del secretario del Tesoro estadounidense esta misma semana, el mercado esperaba una reacción potente por parte del BCE, que no fuera repetir la misma frase que pronunció pocos meses atrás. Si la respuesta de la entidad ante una declaración tan importante como la que dijo Mnuchin es esta, el mercado interpreta, creo que acertadamente, que al BCE tampoco le importa tanto ahora mismo la revalorización del euro. Es una reacción muy tímida, cuando las declaraciones de los dirigentes de EEUU están siendo muy agresivas".

Desde BlackRock opinan de forma similar, al destacar que, "teniendo en cuenta la rápida apreciación del euro frente al dólar, estábamos esperando comentarios sustanciales sobre la divisa, pero el presidente Draghi, si bien hizo mención a la volatilidad del cruce, no aprovechó la oportunidad de enfrentarse a la última apreciación del euro".

El italiano pareció más centrado en la fortaleza de la economía: "Tratamos de analizar si algo ha cambiado desde la última vez que nos reunimos y en esta ocasión no han habido apenas cambios, más allá de que la economía cada vez es más fuerte".

De hecho, en la rueda de prensa se le preguntó directamente si los 1,25 dólares en los que se movía en ese momento el euro "eran exagerados", una respuesta que eludió responder claramente: "Mejor que esa pregunta, que es difícil de contestar, se debería preguntar si esta subida se está produciendo por la fuerza de nuestra economía, porque suben los salarios y nuestra inflación, o si más bien se debe a las declaraciones de otras personas, o por las consecuencias de otras políticas monetarias", destacó el presidente.

Hay expertos que apuntan en esta última dirección, como es el caso de Javier Santacruz, profesor del IEB, quien explica que "tenemos crecimientos más fuertes de lo esperado, los tipos de interés reales ya están subiendo, el bono alemán muestra que continúa la presión que llega desde EEUU... etc. Draghi pretende postergar una decisión que tiene que tomar ya, y los mercados no le están creyendo". Es cierto, eso sí, que "le falta que acompañe la inflación", continúa Santacruz, "pero el caso es que ni está, ni se la espera".

Habrá que esperar al evento de marzo, cuando el BCE actualizará sus previsiones macroeconómicas, para saber si cambia de táctica.

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