
La inversión en compañías que luchen contra el cambio climático se ha convertido en toda una tendencia a largo plazo. Simon Webber y su fondo Schroder Global Climate Change es uno de los pioneros en esta temática y defiende que optar por este tipo de inversiones responsables no solo no implica renunciar a rentabilidad, sino que además aportar valor a la cartera a largo plazo.
¿Qué diferencias hay entre seleccionar títulos para una cartera de bolsa global y hacerlo para una cartera con criterios de cambio climático?
Lo primero que hacemos es identificar el universo de compañías que hay ligadas a la temática del cambio climático, hay 750 y de éstas invertimos en 65. Cualquier compañía que veamos que tiene potencial de mejora en su perspectiva en este sentido las incluimos en el universo. Hay industrias en las que es muy obvia su involucración con el cambio climático como energía, manufacturas…, pero también hay otros sectores en los que es más complicado identificar ese compromiso, como por ejemplo el sector del automóvil que ahora está en plena transición hacia un modelo de coches eléctricos. Esa transición creará ganadores y perdedores, ya que implica un proceso muy disruptivo que ha iniciado Tesla.
¿Qué opina de Tesla? ¿La tienen incluida en su cartera?
Está en el universo, pero no en el fondo. Creo que es una compañía fantástica y la hemos tenido en la cartera en el pasado, pero su valoración implica que venderán 2 millones de coches pero hay que tener en cuenta que la competencia de Tesla va a ir en aumento por parte de automovilísticas europeas y japonesas en los próximos dos o tres años, y eso le va a hacer daño. En este sentido, dentro del sector estamos apostando más por empresas de semiconductores, suministros electrónicos, fabricantes de litio para las baterías y también por compañías de neumáticos como Continental, porque tiene una muy buena eficiencia energética. Otro área que nos gusta es la de la agricultura, porque se tomará cada vez más conciencia del impacto que tiene el cambio climático en el agua, por lo que nos interesan las compañías que hacen una gestión eficiente del agua o de gestión de residuos.
Viendo su cartera, me llama la atención que una de sus principales posiciones sea Amazon. ¿Qué tiene que ver con el cambio climático?
Hay dos razones y tienen que ver con el comercio eléctrico y con la tecnología de la nube. Empezando por la segunda, cuando consigues trasladar tu negocio a la nube consigues una gran eficiencia energética y reducir en un 88% las emisiones de carbono de los centros de datos.
En cuanto al comercio electrónico, tiene un gran impacto en el cambio climático tanto de manera directa como indirecta. Por ejemplo, las empreas de retail online consumen mucha menos energía porque sus almacenes son muy inferiores y, aunque tengan que aclimatarlos, en número son muy inferiores a las tiendas que tienen las empresas de retail tradionales que tienen miles de tiendas físicas. Además, este tipo de comercio consigue que sus consumidores tampoco tengan que desplazarse en coche hacia una tienda física y eso reduce las emisiones, ya que un solo repartidor de Amazon consigue llegar en un solo vehículo a muchos consumidores dentro de un misma zona y en esos traslados utilizan tecnología muy sofisticada para ganar eficiencia.
Invierte sobre todo en EEUU a pesar de las reticencias de su presidente a creerse y a apoyar cualquier iniciativa que luche contra el cambio climático…
América es un gran mercado con grandes compañías. Es verdad que la posición de la Administración Trump no ayuda, pero hay muchas compañías que no están expuestas a la política de Donald Trump y seguimos viendo mucho crecimiento en muchas de ellas, teniendo en cuenta que son además líderes mundiales cuyo potencial está sobre todo en el crecimiento de sus negocios internacionales. Si hubiera una Administración que apoyara, podría ir todo más rápido, pero que no la haya no implica que no se vaya a producir esa transición energética.
¿Ha notado más interés de los inversores en este tipo de temáticas en los últimos tiempos?
En el último año hemos notado mucho más interés, aunque tenemos este fondo desde hace 10 años. Antes de la crisis había mucho interés en inversiones ligadas al cambio climático, pero luego llegó la crisis y todo cambió debido a las medidas de austeridad que se implementaron en muchos países y que anularon toda la inversión que habían hecho los Gobiernos, el de EEUU incluido, por este tipo de inversiones. Además, también estaba el factor de la tecnología que hacía falta para implementar muchas de estas inversiones y no la teníamos. Pero ahora vuelve a haber mucho interés sobre todo por parte de los inversores institucionales, tanto en EEUU como en Europa. También hay interés por parte de los inversores retail que invirtiendo en este tipo de productos implica convertirse en parte de la solución al cambio climático.
¿Qué rentabilidad extra pueden tener?
Éste es un fondo growth, por lo que invierte en compañías más pequeñas con más potencial de crecimiento y presenta una gran exposición al crecimiento tecnológico. Estamos invirtiendo en compañías que están bien posicionadas para conseguir esa transición, por lo que no es un fondo para quien quiera solo obtener dividendos. Evitamos invertir en compañías que tengan malas previsiones en cuanto a su compromiso con este tema porque están abocadas a desparecer.
¿Qué expectativa maneja para el precio del petróleo entonces?
No soy un especialista en materias primas, pero creo que ha acabado su rally alcista. Cuando ves que hay una hoja de ruta para que los vehículos cada vez demanden menos energía, incluso China se lo marca como objetivo, y si el 50% de la demanda de energía viene de coches está claro que el futuro a largo plazo que le espera al crudo es bajista. A corto plazo, sí creo que podemos ver una subida en los próximos dos años, pero incluso aunque esto pase lo veríamos como una noticia positiva porque el mayor catalizador de un aumento de la demanda de coches eléctricos es precisamente un aumento en el precio del combustible.