Bolsa, mercados y cotizaciones

Los mejores planes de pensiones para dar el salto a la renta variable

Ante la baja expectativa de rentabilidad en la renta fija, en un entorno de normalización monetaria, los expertos aconsejan destinar más peso a bolsa en función de cada riesgo.

El convulso escenario al que está abocada la renta fija va a provocar que los ocho millones de partícipes que tienen un plan de pensiones en España, según Inverco, vean visiblemente mermadas sus rentabilidades. Con la expectativa de que los bancos centrales subirán los tipos de interés -que se encuentran ahora en niveles mínimos históricos- primero en Estados Unidos y luego en Europa, las expectativas de lograr altas rentabilidades con este activo se antojan complicadas. Algo que ha hecho replantear su estrategia de inversión a las gestoras. Entre ellas, hay consenso: para lograr más rentabilidad hay que saltar a la pecera de la renta variable; eso sí, hay que adaptar la exposición en función de cada perfil.

Desde Abante Asesores alertan de que "ser excesivamente conservador con el ahorro y la inversión cuando el objetivo es a largo plazo conlleva el riesgo de pérdida de valor, si la rentabilidad que obtenemos no supera la inflación". En realidad, el ahorrador español ha sido tradicionalmente conservador y estaba acostumbrado a obtener rendimiento a través de depósitos o deuda sin asumir riesgo. Sin embargo, el contexto ha cambiado como consecuencia de los bajos tipos de interés y ahora la renta fija apenas ofrece rendimientos. Por contextualizar, el interés medio de los plazos fijos a un año en España es del 0,03 por ciento, lejos del 5 por ciento que llegaron a ofrecer hace apenas unos años. "La coyuntura actual de los activos de renta fija, con rentabilidades negativas, debería haber ayudado a cambiar el sesgo de las inversiones, pero el actual sistema de distribución de productos financieros impide que la renta variable adquiera el protagonismo que se merece", opinan desde Bestinver.

La importancia de la rentabilidad es cuantificable: si tiene 40.000 euros ahorrados para la jubilación y no obtiene ninguna rentabilidad por ellos, dentro de 20 años ese dinero valdrá 26.919 euros actuales, calculan desde Abante. Si lo invierte con una rentabilidad media anual del 2 por ciento, que es el objetivo de inflación del Banco Central Europeo (BCE), en dos décadas habrá conseguido únicamente mantener el poder adquisitivo 40.000 euros. Pero si busca un plan que le ofrezca una rentabilidad adicional al IPC del 1 por ciento (un 3 por ciento en total), dentro de 20 años equivaldrá a una cantidad de 48.618 euros.

Para ello tendrá que asumir, poco a poco, más riesgo. Así lo creen desde VidaCaixa: "El inversor tiene la necesidad de diversificar sus fuentes de rentabilidad aunque ello signifique incrementar el riesgo de sus inversiones", sugieren. Eso sí, Xavier Bellavista, director del área de Wealth de Mercer, insiste en que la gente tiene que saber el nivel de riesgo que está asumiendo y el que necesita en función de cuáles sean sus objetivos de inversión. "La renta fija y la renta variable son dos activos tan diferentes que si alguien por una situación puntual de bajos tipos de interés se cambia de una estrategia conservadora a una arriesgada, el salto puede ser demasiado grande". En ese sentido, "las gestoras tienen que hacer un esfuerzo por buscar ese extra de rentabilidad sin cambiar el perfil del cliente", remarca.

Pone como ejemplo los bonos de países emergentes, los préstamos o el retorno absoluto dentro del mercado de deuda; y las acciones con baja volatilidad o bonos convertibles en la parte de renta variable. Aunque, eso sí, asume que los fondos mixtos son una buena opción.

Además, hay que tener en cuenta que las pensiones son un producto de largo plazo y donde la parte pública tiende cada vez a ser más pequeña: "Todos necesitaremos algo de rentabilidad interesante para complementar ese ahorro de nuestra pensión pública estimada", aconseja Bellavista. Sobre todo teniendo en cuenta que, según las previsiones de la OCDE, el porcentaje que cobrará el jubilado español sobre su último salario cotizado (la tasa de sustitución, que no tiene en cuenta el resto de la vida laboral), se desplomará hasta el 49,7 por ciento en el año 2060, por debajo del 76,6 por ciento actual. Esto es, cuando la generación de los 90 se retire, su pensión ya no alcanzará ni siquiera la mitad de su último sueldo. Si bien es cierto que en el resto de países la tónica general también será de descensos, el problema de España es que el sistema está absorbido íntegramente por la pensión pública. Mientras, 14 de los 34 miembros tienen un sistema de pensiones privado obligatorio y 9 cuentan con uno voluntario.

Los mejores mixtos y de bolsa

Dentro del catálogo de productos con exposición a renta variable, esto es, mixtos y puros de bolsa, hay que saber elegir bien para optar a los mejores, ya que las diferencias son abismales. Por ejemplo, para una inversión de 10.000 euros, la diferencia entre haber escogido el mejor y el peor plan de pensiones en bolsa se cifra en 11.696 euros a los 10 años, teniendo en cuenta que el primer producto ha dado un 6,5 por ciento anualizado y el último ha perdido un 1,5 por ciento en el mismo plazo. Una fotografía que se repite también en la categoría de mixtos, donde la diferencia se cifra en 7.692 euros, tras comparar el rendimiento del mejor producto (5 por ciento) con el del peor (-1,5 por ciento).

Para lograr una rentabilidad interesante de cara a la jubilación, la recomendación de los profesionales pasa por tomar una exposición a bolsa en función de dos premisas: la edad y el horizonte de inversión. Igual que "no tiene sentido invertir mayoritariamente a renta fija si el horizonte temporal es a largo plazo tampoco tiene sentido invertir en renta variable cuando uno invierte su dinero a un año", razonan desde Bestinver. En función de ello, y de cada aversión al riesgo, se podrá optar bien por planes de pensiones mixtos o bien por de renta variable pura.

Entre los mejores productos de la última década existe una característica común: casi todos son de bolsa americana. Naranja Standard & Poors 500 PP ha sido sin duda el más rentable a 10 años vista, al obtener una ganancia anualizada del 8,10 por ciento, casi dos puntos más que el siguiente mejor producto. En ello puede tener que ver su comisión de gestión, del 1,25 por ciento en comparación con el 1,5 por ciento que tienen los demás. Eso sí, hay que tener en cuenta que se trata de un fondo indexado, cuyo objetivo es replicar el comportamiento del selectivo S&P 500.

En rentabilidad le sigue Santander Renta Variable USA PP, pilotado por Luis Beamonte. Ha ganado un 6,82 por ciento anualizado en la última década. Un resultado parecido al de Mapfre América PP y Bestinver Global PP. Este último es el único que no es exclusivamente de bolsa americana. De hecho, según los últimos datos de Morningstar, este producto tiene una exposición del 53 por ciento a la zona euro.

En realidad, en esta categoría la exposición a bolsa global es la vocación de los siguientes 10 mejores planes, que han ofrecido entre un 5,07 y un 2,29 por ciento anualizado en la última década.

Por su parte, si prefiere no entrar de lleno en la pecera de la bolsa, bien sea porque su horizonte de inversión es más cercano bien sea porque tiene una mayor aversión al riesgo, las estrategias mixtas pueden ser otra alternativa teniendo en cuenta que se suelen adaptar a tres perfiles: cauto, moderado y arriesgado, en función de su exposición al mercado de acciones.

Aquí los mejores productos -ver gráfico- han ofrecido rentabilidades de hasta el 5 por ciento anualizadas en la última década. El más rentable es Bestinver Ahorro PP, el único que supera este dígito y por ello tiene el máximo rating Morningstar, cinco estrellas. Invierte en renta variable, tanto internacional como ibérica, hasta un 75 por ciento de la cartera, y en renta fija el resto. El siguiente mejor producto, en cambio, es más cauto. Se llama March Ahorro PP y con él habría ganado un 4,25 por ciento anual si lo hubiera tenido desde hace 10 años. Es un mixto de renta fija que puede invertir en renta variable hasta un máximo de un 30 por ciento de los activos de la cartera, pudiendo eliminar totalmente su exposición bursátil. Su condición de cauto hace que su coste sea más bajo, del 0,25 por ciento. Esta misma gestora coloca otro plan entre los cinco mejores: Plan de Pensiones Westinghouse PP, un mixto de renta fija europea con una exposición bursátil hasta el 25 por ciento que logra ganancias del 3,69 por ciento a 10 años. Plus Ultra Mixto PP y Futurespaña Ahorro Previsión PP han rentado un 3,81 y un 3,41 por ciento.

Comprar rentabilidad y comisiones

A la hora de analizar un plan de pensiones hay que tener en cuenta la rentabilidad a largo plazo, pero también otro factor no menos importante: el de las comisiones. A día de hoy el tope máximo de gestión es del 1,25 por ciento, tras haber rebajado el Gobierno la anterior, que se situaba en el 1,5 por ciento. Pero muchas veces una mayor comisión no va ligada a mejores resultados a largo plazo. Así se refleja en los datos: en renta variable el 80 por ciento de los planes de pensiones tiene la comisión de gestión más elevada, pero solo uno de cada tres bate la rentabilidad media de su categoría a largo plazo, que se sitúa en el 1,2 por ciento. Y para más inri una veintena de ellos arroja pérdidas anualizadas en la última década. En la categoría de mixtos el problema se evidencia aún más: solo 10 de los 25 mejores productos de los últimos 10 años tiene el límite legal; esto es, que la mayoría de los productos que cobran el tope están en la parte baja de la tabla en cuanto a resultados, según los datos de Morningstar.

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