
Los continuos escándalos de Trump como Presidente de Estados Unidos, la Reserva Federal dividida entre halcones y palomas, el dólar en zona de mínimos de 2 años o un petróleo que no consigue repuntar pese a los esfuerzos de la OPEP. Nada de esto parece asustar a Wall Street, donde la volatilidad, también llamada índice del miedo, cayó ayer hasta los 9,2 puntos, el mínimo desde que hay datos -1990-.
El hecho de ver, al mismo tiempo, a los principales índices norteamericanos en zona de máximos históricos no es casualidad y es precisamente una de las principales causas de ver la volatilidad en mínimos nunca antes registrados. Tal y como explica el analista de mercados Víctor Alvargonzález en un informe que publicará próximamente en su web, "estos niveles son históricamente llamativos, al igual que lo eran cuando en otros periodos este índice se situaba entre los 30 y 40 puntos, teniendo en cuanta que la media histórica es aproximadamente de 20 puntos".
El efecto 'bola de nieve'
Para Javier Santacruz, profesor del IEB, esta circunstancia "esconde un eventual incremento del riesgo. El exceso de liquidez que existe en el mercado americano está aumentando las inversiones indexadas [productos de gestión pasiva], algunas de ellas muy apalancadas. Esto, en un contexto alcista, amplía los rendimientos, con lo que da una falsa sensación de estabilidad, sin embargo, cuando llegan las correcciones, las caídas de estos vehículos de inversión son todavía más pronunciadas que las del propio mercado", arguye Santacruz.
En esta misma línea, Alvargonzález señala que "el exceso de productos indexados tiene el peligro de ver un efecto bola de nieve, por la cual cuando haya una caída, se verá profundizada precisamente por estos fondos pasivos".
Asimismo, se suele relacionar, "de manera errónea", la baja volatilidad con un mercado de renta variable alcista, como sucede ahora, "ya que este indicador lo que mide son los movimientos exagerados del mercado, tanto al alza como a la baja", apunta el analista, que añade: "No obstante, las caídas suelen ser movimientos mucho más violentos que las subidas", por lo que suelen coincidir los desplomes bursátiles con los repuntes de volatilidad -ver gráfico-.
En este contexto, "es aconsejable para el inversor contar con liquidez", ya que, como sugiere el experto, "cuando haya un rebote de la volatilidad, será una excelente oportunidad para entrar en el mercado". Prueba de ello son los ejemplos más recientes que encontramos en la serie histórica. La última vez que el indicador superó su media fue en noviembre del año pasado, cuando Trump ganó las elecciones y, desde entonces, Wall Street acumula casi 16 puntos de rentabilidad mientras que quien tomara posiciones aprovechando el Brexit, ya gana más de un 21% si replica al índice de Standard & Poor's.
El 'temor' de Europa ahora es el BCE
En el Viejo Continente, el 'índice del miedo' ha vivido en 2017 varios altibajos provocados, sobre todo, por la incertidumbre política derivada de los comicios en Holanda, Reino Unido y Francia. Este último, de hecho, coincide con el máximo de volatilidad desde el referéndum británico del año pasado. Sin embargo, tal y como señala Víctor Alvargonzález, "Europa todavía tiene el susto en el cuerpo después de las palabras de Draghi en Sintra. Aunque es limitado, existe el temor a que se frenen los estímulos del BCE antes de tiempo", concluye.