
La renta fija se ha convertido en uno de los activos más difíciles de gestionar en la zona euro desde que la economía y la inflación mostraron síntomas de mejora y desde que el mercado ya pone fechas para el fin de la política acomodaticia del Banco Central Europeo (BCE). Pero dentro de todo el universo de deuda, es la corporativa, la emitida por empresas, la que se está comportando mejor que la gubernamental este año, en un momento en el que las incertidumbres políticas aún no están despejadas.
Con los bonos de compañías de la Eurozona se gana un 0,92% en 2017, según el índice Bloomberg Barclays Euro Aggregate Corporate, que incluye títulos con grado de inversión con vencimiento a partir de un año y que cotiza en máximos de octubre. En cambio, la deuda soberana, cuyo precio llegó a ceder un 2,6% hasta marzo, todavía sufre pérdidas del 0,94% desde comienzos de año. La brecha entre ambos activos de renta fija se abre así hasta 1,9 puntos porcentuales.
Este mejor comportamiento relativo de la deuda de empresas se sustenta en dos pilares. El primero, y el que se ha convertido en clave en estos momentos según explica Fernando García, codirector del departamento de mercado de capitales de Société Générale en Iberia, es la incertidumbre política y el futuro de la Unión Europea. "Los episodios de volatilidad que afectan a la opinión sobre el futuro del euro tienen un primer mayor impacto en los bonos gubernamentales", sostiene el experto.
Fernando García considera que, de alguna manera, los últimos riesgos justifican que haya más apetito por el corporativo, aunque añade que las empresas también se encuentran más saneadas y en un buen momento crediticio, mientras que desde el punto de vista macro los estados "no acaban de despegar".
En busca de refugio ante las incertidumbres políticas -el próximo domingo se celebra la primera vuelta de las elecciones francesas- y las tensiones geopolíticas, los inversores también se han posicionado comprando bonos soberanos... pero alemanes. La rentabilidad del Bund cotiza en mínimos de diciembre.
El otro motivo de fondo que permite a la deuda corporativa lograr ganancias en el año reside en las compras de bonos del BCE. Es cierto que la institución adquiere también deuda pública, pero desde el principio ha tenido mayor impacto en el corporativo, por ser un universo más pequeño y porque aquí el BCE "ha actuado de manera más novedosa", señala Fernando García. El experto cree que "el simple hecho de que comenzase a comprarlos más tarde también hace que el valor relativo sea algo mejor".
Pero las implicaciones del programa van más allá. Pronto se cumplirá el primer aniversario del inicio de las compras de deuda de empresas -arrancó en junio de 2016- y ya ha quedado claro "que fue un verdadero cambio de juego para los bonos corporativos denominados en euros (...) Esta clase de activos se transformó en un segmento más estable dentro del mercado de renta fija, haciéndose más resistente a los shocks", señalan en Amundi, donde creen que se han vuelto "menos volátiles". Esta idea refuerza que actúe en mayor medida como un activo refugio en momentos como el actual. Desde la gestora mantienen una sobreponderación de los bonos corporativos (especialmente el grado de inversión) frente a los soberanos.
Brecha puntual
No es la única firma que se posiciona de esta manera. En Candriam también aseguran que "la deuda corporativa europea sigue siendo interesante, ya que se beneficia de un marco normativo favorable a los tenedores de bonos, unos balances en proceso de mejora y unas valoraciones relativamente atractivas".
Para algunos analistas y gestores, la deuda de compañías aún conserva cierto recorrido, pero la brecha entre los títulos públicos y privados debería estrecharse a medida que el BCE reduzca sus compras y se disipen la incertidumbre política en Europa y las tensiones macro. Todo siempre que no regresen riesgos y amenazas con Trump, China, Turquía o Corea del Norte.
De momento, los fondos de deuda corporativa de la zona euro también se comportan mejor (suben un 0,66% de media) que los que invierten en soberana (retroceden un 0,83%).