
La firma vasca salió a 5,6 euros, el más bajo del rango, lo que
no impidió que protagonizara el peor estreno bursátil desde Parques Reunidos hace un año, cuando su recorte fue del 4,84%.
Gestamp se estrenó este viernes en la Bolsa de Madrid sobre un concurrido parqué abarrotado de trajes en tono azul corporativo para protagonizar la mayor OPV del año en toda Europa, por delante de otras dos españolas también, Prosegur Cash y Neinor Homes. A diferencia de ellas, Gestamp arrancó en su primer cruce con una caída del 0,5 por ciento, aunque a lo largo de la sesión las ventas aumentaron hasta llevar a la acción a ceder, incluso, un 8,6 por ciento. Al cierre, finalmente, cedió un 4,46 por ciento, hasta los 5,35 euros, y eso que partía de la parte más baja del rango de colocación, en los 5,6 euros. Fue el tercer título más bajista de toda la bolsa española. "Hemos ido a lo más fácil para asegurar la colocación y, teóricamente, un buen recorrido de la acción si los mercados ayudan", aseguró Francisco Riberas, presidente de Gestamp después de haber realizado el tradicional toque de campana. No dudó en reconocer que los bancos de inversión habían sugerido partir de la valoración más ajustada -en 3.222 millones de euros- ante "cierta preocupación" que habían notado "en algunos inversores por el ciclo a nivel global".
De las palabras de Riberas se deduce que a algunos institucionales aún les falta tiempo para conocer la compañía. "No somos una firma cíclica. Hemos crecido a un 14 por ciento anual desde 2008 cuando el mercado de fabricación de coches está creciendo al 2 o 3 por ciento", aunque que el mercado lo valore "será cuestión de tiempo", según su presidente, que dice no estar preocupado "en absoluto" por el devenir de las acciones en bolsa. De momento, durante la primera sesión en el mercado, los inversores negociaron más de 73,7 millones de acciones, casi 400 millones de euros.
Gestamp llega al mercado como fabricante tier-1 -aquellas firmas que suministran directamente a las automovilísticas-, con 7.500 millones de facturación, 36.000 empleados (que esperan aumentar a 50.000 en cuatro años) y con absoluta presencia internacional. A pesar de la importancia del sector automovilístico en España -es el octavo fabricante del negocio auxiliar en el mundo-, los nombres propios en bolsa se reducían, antes de la llegada de Gestamp, a uno: el de Cie Automotive (que ayer también cedió un 0,38 por ciento en la sesión), aunque Riberas espera que "lleguen otras compañías" próximamente. Y, entre tanto, Gestamp tendría "nivel" para estar en el Ibex 35, dice su presidente. Con una capitalización de 3.079 millones de euros (tras las pérdidas de su estreno), se colocaría en la parte baja del selectivo -junto a Cellnex o Dia- en el puesto 30 del índice, aunque la duda está en su liquidez. La familia Riberas sólo sacará al mercado un máximo del 31 por ciento del capital, sin intención aparente de vender algo más del 54,9 por ciento que mantendrán al término del green shoe (en caso de que acudan los bancos colocadores).
Además de los empleados -que tienen el 1,5 por ciento del capital-, el holding nipón Mitsui mantendrá su 12,5 por ciento. Ellos son "una de las grandes puertas para entrar en el mercado asiático". Para Riberas, este será su nuevo gran mercado de crecimiento, con un 7 por ciento de ventas a sus automovilísticas, cuatro veces menos de lo que éstas representan en el mundo.