
Amper, empresa industrial dedicada a ofrecer servicios y soluciones tecnológicas, está siendo uno de los valores más destacados en bolsa durante los últimos meses: la compañía está entre las cinco más alcistas de todo el mercado español en los últimos 12 meses, con una subida que roza el 180% en ese periodo. Jaime Espinosa de los Monteros es el principal responsable.
Tomó el control de una empresa quebrada en 2014 y, después de negociaciones con los bancos, reducción de costes y ventas de los negocios menos rentables, la fotografía es totalmente diferente, algo que el mercado parece estar acreditando. El ejecutivo es optimista para el futuro y explica con orgullo todo lo que se ha hecho en estos años para salvar la compañía.
¿Qué es lo que está viendo el mercado en Amper?
La empresa es totalmente distinta ahora respecto a 2014. En aquel momento, no había opciones; era vivir o morir. Creo que el mercado está viendo que vamos a ser capaces de crear un grupo industrial fuerte y serio, con presencia internacional.
¿Cómo se reflota una empresa así?
Hemos negociado con los bancos, con proveedores, demandas que tenía la empresa desde hace años; hemos hecho ampliaciones de capital, reducido costes... Estamos saliendo del negocio de operadora de telecomunicaciones, y quedándonos con el de integración y seguridad, tanto en Latinoamérica como en España. Hemos vendido los negocios que considerábamos un lastre para el grupo, concentrándonos ahora en los países latinoamericanos, que pensamos que tienen más futuro para nosotros. Ha sido un duro trabajo, que requiere mucho esfuerzo.
¿Cómo valora la situación financiera actual de la compañía?
Amper se va a quedar con caja importante, una vez se confirme la venta de nuestro negocio en el Pacífico Sur, que espero se haga en el último trimestre de este año, o a principios del siguiente. Prácticamente, ya no tenemos deuda financiera, y una vez vendamos el negocio del Pacífico, tendremos una caja sólida.
¿Tiene algún plan para esa caja?
El futuro que tenemos para la compañía es, por pasos, consolidar la operación del Pacífico Sur, que determinará por qué camino vamos a ir. Lo normal es que salga bien. Después, el proyecto de futuro es consolidar en el grupo Amper una serie de empresas, de ingeniería y nuevas tecnologías. Para ello, contamos con el apoyo del grupo Auriga, que se va a convertir en nuestro mayor accionista. Con su apoyo, el plan es volver a hacer de Amper un grupo industrial grande. Ahora tenemos un bono convertible en la empresa Nervión, y si todo va bien nos haremos con el control. Ya está en el balance y no va a requerir ningún otro aumento de capital. Nuestra intención para el futuro es hacer crecer la empresa, de forma rentable, tanto de manera orgánica como a través de fusiones y adquisiciones.
Entre sus negocios, ¿cuál considera que es la joya de la corona?
Donde mayor crecimiento seguimos teniendo es en el negocio de integración en Latinoamérica. Tiene buenos márgenes, y cuidando de cerca las empresas, creo que puede ir muy bien. También en nuestro negocio de seguridad, que consiste en gestionar el servicio de comunicación 112, los centros de coordinación y control. Estamos creciendo mucho en este aspecto. Este servicio es nuestro en Ciudad de México. También hemos cerrado un acuerdo con Línea de Metro de Madrid.
¿Qué cree que le falta a Amper?
Volver al mercado de la integración de una manera normalizada al 100%. Estamos mucho mejor, pero todavía nos falta tener más lineas de crédito, más préstamos con los suministradores... etc. Estamos trabajando mucho en esto. Sin embargo, es importante señalar de dónde venimos, y en qué situación estamos ahora.