
Salir vivo invirtiendo en deuda pública parece difícil cuando deja pérdidas de hasta el 4% este año, en según qué referencias. Por contextualizarlo, ninguna bolsa europea cae tanto. Sin embargo, existe un fondo de inversión que, según Morningstar, construye su cartera con ese activo y, aún así, consigue ganar un 1%. Se trata de CapitalAtWork Gov Bds at Work.
Es el único fondo de inversión de deuda pública en euros que se mantiene en positivo en 2017, con un 0,91% de rentabilidad, según Morningstar. Se creó en el año 2009 e invierte, fundamentalmente, en bonos gubernamentales americanos. Tres de sus cinco primeras posiciones son treasuries con vencimientos de entre 5 y 8 años y con cupones que van del al 2,75%.
Pero también invierte parte de su patrimonio en deuda pública de Eslovaquia, con cupones de hasta el 4,35%; de Noruega, al 4,5%; de Países Bajos, al 2,25% o de Luxemburgo, al 2,25%, entre otros. Aunque los bonos constituyen el grueso del porfolio, este fondo, de Capital at Work, también deja hueco para distintos contratos de futuros sobre divisas con los que obtiene un interés extra.
El único superviviente de su categoría
Este producto es el único en positivo de su categoría. El resto retrocede un 1,53% de media este año, aunque en algunos los números rojos son aún más abultados y alcanzan hasta el 3%, como es el caso del fondo CS (Lux) EU Sovereign Plus Bond EB. Se pierde menos que comprando directamente los bonos en mercado, ya que con el cambio de expectativas en los tipos de interés los inversores han empezado a deshacer posiciones en este activo y sus precios se han desplomado, disparando sus rentabilidades.
En Europa, el bono a 2 años de Grecia, por ejemplo, vuelve a superar hoy el 10% después del estancamiento que se está produciendo en las negociaciones de este país con sus acreedores y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para desbloquear un nuevo tramo de ayuda valorado en 86.000 millones de euros. La falta de avances sobre las mismas es lo que está presionando en las últimas semanas a la deuda de la periferia europea (España, Italia y Portugal), en opinión de Jacobo Blanquer, consejero delegado de Tressis Gestión) más que el ruido que existe sobre la futura presidencia de Francia.
Si un inversor hubiese comprado en enero un bono de Italia con vencimiento a 10 años vista, estaría asumiendo ahora unas minusvalías latentes de casi el 4%, del 3% en el caso de Francia o mayores al 2% en el de España.