
La compañía de agroindustria y alimentos se sitúa en el radar de elMonitor gracias a sus sólidos fundamentales. Destacan su recomendación de compra y el crecimiento que se espera para su beneficio de cara al próximo trienio.
La definición del negocio de la estadounidense Bunge bien podría ser del campo a la mesa. Y es que esta compañía del sector de la agroindustria compra, vende, almacena, transporta y procesa semillas oleaginosas (soja, maíz...) y grano para elaborar alimentos. Los ratios que presenta la llevaron a formar parte de la nueva composición del índice de bolsa mundial Eco30 en su última revisión y, ahora, también está haciendo meritos para entrar en la herramienta de inversión por fundamentales de elEconomista. De cara a los próximos doce meses, el consenso de mercado espera que sus acciones repunten un 10%.
Por un lado, destaca su recomendación de compra, avalada por el 64% de las firmas de inversión que la siguen. De hecho, entre las diez compañías más grandes del sector a nivel mundial, luce el tercer mejor consejo.
Asimismo, brilla la mejora que los bancos de inversión esperan para su beneficio en los próximos años. Para el periodo 2016/2020 se prevé un crecimiento de sus ganancias de más del 60%. Un aumento muy ligado al ciclo económico y, por tanto, a la mejora del consumo. "La actividad económica en los países desarrollados sigue consolidándose con crecimientos sostenidos. La mejora en las condiciones financieras y el empleo seguirán apoyando al consumo doméstico", explican desde Santander AM.
A este respecto, al incremento esperado del beneficio de Bunge, hay que sumarle el descuento que ofrece la compañía. Basta con echar un vistazo al PER (veces que el precio de la acción recoge las ganancias), ya que Bunge cotiza con una rebaja del 30% frente a las diez compañías más importantes del sector. En 2017 su ratio se sitúa en las 11,7 veces mientras que, de media, por los beneficios de sus competidoras se pagan 16,1 veces.
Otra de las armas que posee Bunge es su diversificación geográfica, lo que le permite capear mejor las diferencias de ciclos económicos que puedan producirse. Mientras que Europa supone más de un 30% de su facturación, de Estados Unidos y Asia depende un 24% y un 20%, en cada caso. Además, las ventas que genera en Brasil y Argentina representan más de un 17% del total.
Precisamente, tanto de Brasil como de Argentina puede provenir un importante catalizador para Bunge, regiones para las que se espera cosechas récord. "Los fundamentales pueden mejorar nuevamente en Argentina, dando lugar a mejoras en los volúmenes y los márgenes. Además, los volúmenes de exportación en Brasil pueden recuperarse antes de lo esperado, beneficiado la línea de agronegocios (aquellas actividades que involucran a los productos de la agricultura y de la ganadería)", indican desde JP Morgan. Esta división supuso más de un 70% de la facturación de la compañía en 2015.
Salen del radar
Mientras que Bunge se sitúa bajo vigilancia por sus fundamentales, otras empresas han salido definitivamente del radar. Se trata de ACS, Airbus, Intesa Sanpaolo y Electronic Arts. En los últimos meses estas compañías han corrido bastante en bolsa, reduciendo así su atractivo.
El caso más llamativo es el de Airbus, que desde el último gran acontecimiento que vivió la bolsa en 2016, la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, ha ganado más de un 24%. Le sigue el banco italiano, que en el mismo periodo ha subido más de un 15%. En su caso, ACS, que se vería muy beneficiada por la inversión en infraestructuras del nuevo Gobierno, ha protagonizado un alza superior al 11%.