
Las compañías que han actuado como refugio ante la baja rentabilidad de la deuda y la incertidumbre económica afrontan un 2017 en el que se espera que tengan un comportamiento peor que el del mercado. Además, los inversores ya no están dispuestos a pagar 'cualquier precio' por aquellos valores que ofrecen mayor seguridad a un coste de entrada más elevado
Durante los primeros meses de 2016, ante las dudas sobre la salud de la economía mundial, las compañías más defensivas sirvieron como refugio para el inversor. Además, con los mínimos históricos de rentabilidad marcados por la deuda soberana, esta tendencia se acentuó y se extendió a los valores de dividendos, que ejercieron como una especie de sustituto de la deuda para muchos inversores. Pero en los últimos meses de 2016 la tendencia se ha invertido completamente y ha habido una desbandada de estos sectores, una rotación que los expertos consideran que puede continuar.
De cara a 2017, los analistas dan por finalizado el entorno en el que la deuda marcaba mínimos históricos de rentabilidad y se espera que los rendimientos sigan subiendo -aunque de manera paulatina-, lo que reducirá el gap entre la rentabilidad de los dividendos y de los bonos y restará atractivo a los pagos. Y, además, las mejores perspectivas económicas también contribuirán a que los inversores se muden a empresas más beneficiadas por la mayor solidez del crecimiento.
"Durante mucho tiempo hemos operado en un entorno en el que los inversores han favorecido los títulos europeos de calidad a cualquier coste sobre los alternativos", explican en Henderson, algo que puede haber tocado a su fin.
En este sentido, en Morgan Stanley consideran que "las defensivas parecen sobrevendidas en el corto plazo", pero recuerdan que "en cualquier caso, en un contexto de largo plazo, están sobrevaloradas en relación con los actuales niveles de la deuda". De este modo, de cara a 2017 recomiendan infraponderar sectores como el del consumo básico y las eléctricas.
Eléctricas e inmobiliarias
Dentro de las utilities, las que peor lo han pasado desde que comenzó la subida del rendimiento de la deuda han sido las reguladas. Una tendencia que podría continuar durante los primeros meses del año: "Han corregido un 14% desde septiembre, pero todavía tienen una prima del 20% con respecto a su media de los últimos diez años", aseguran en UBS.
En esta misma línea, en Bankinter cambian su recomendación sobre el sector de neutral a vender por "la pérdida de atractivo en un entorno de recuperación del ciclo, las subidas en el rendimiento de los bonos, la reducción del coste de las energías renovables y el riesgo regulatorio".
Sin embargo, aunque las perspectivas para el sector no sean las mejores, si se miran los fundamentales las diferencias son notables. En el caso español, los analistas aconsejan alejarse de Endesa, mientras que recomiendan adquirir los títulos de Iberdrola.
Otro de los segmentos que apunta a un año complicado si las previsiones de los analistas se demuestran finalmente correctas es el inmobiliario por su correlación positiva con el mercado de deuda. "En términos absolutos, los riesgos podrían ser limitados, pero no vemos ningún catalizador para llevar subidas a estos títulos mientras el deterioro de sus fundamentales se acelera", apuntan desde Morgan Stanley.
Dentro de este tipo de compañías, la que cuenta con peor recomendación en Europa Continental es la sueca Lundbergforetagen. Mientras, en Reino Unido, los expertos aconsejan mantenerse alejados de British Land Company.
Y es que durante los últimos meses gran parte de los movimientos vividos en el mercado de renta variable han estado condicionados por los del mercado de bonos, una correlación que podría ir perdiendo fuerza a lo largo de los próximos meses. Esto haría entrar en juego los fundamentales de cada compañía del sector y la diferencia entre haber apostado por una empresa sólida y otra con problemas puede ser mayor de lo normal.
"Los movimientos bruscos en los rendimientos llevan a una debilidad repentina en los precios y un comportamiento peor que el del mercado", indican en Morgan Stanley, si bien señalan "esto tiende a suceder por un periodo de tiempo corto, seguido de un renovado interés por los fundamentales".