
Decía Soichiro Honda, fundador de la multinacional homónima, que "no se mide la grandeza de un hombre por su tamaño físico, sino por sus actos, por el impacto que él tiene en la historia humana". No obstante, a veces tamaño e impacto van muy unidos de la mano, tal y como demuestra Wall Street. Contra todo pronóstico, la bolsa estadounidense está celebrando la victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales, comprando así el mensaje positivo de bajada de impuestos y generación de inversión y dando la espalda al negativo: la guerra comercial.
De este modo, el Dow Jones y el Russell 2000 han logrado conquistar máximos históricos, una gesta que no ha sido suficiente para que el resto de mercados, véase Europa, enfile y supere sus resistencias. Para ello, será necesario que los hermanos mayores de Wall Street, el S&P 500 y el Nasdaq 100, coronen nuevas cotas históricas. Y la razón se esconde en el tamaño que tienen estos selectivos.
A este respecto, mientras que el Dow Jones, que recoge a las 30 compañías industriales más importantes de Estados Unidos, capitaliza unos 5,5 billones de dólares, el S&P 500 cuenta con un valor aproximado de 20 billones, es decir, casi cuatro veces más. Lo mismo ocurre con el Russell 2000 (que incluye a empresas de pequeña y mediana capitalización) y el Nasdaq 100. Si el tamaño bursátil del primero ronda los 2,7 billones de dólares, el del índice tecnológico alcanza los 6,4.
Una diferencia que tiene su impacto en el mercado, ya que a mayor peso, mayor influencia. Para Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, "parece que la renta variable europea se está haciendo la remolona en lo que a romper resistencias se refiere y que espera a que sean los grandes de Estados Unidos, el S&P 500 y el Nasdaq 100, los que superen sus máximos".
En este sentido, el que está más cerca de conseguirlo es el primero de ellos, ya que tan sólo tiene que escalar en torno a un 0,7% para lograr un nuevo registro histórico. En el caso del tecnológico, necesitaría subir más de un 2% para superar los 4.909,97 puntos que marcó el pasado mes de octubre y que suponen el nivel más alto de su historia. Eso sí, ambos tienen potencial para ello, al menos según las previsiones de los expertos. Si bien el precio objetivo que otorgan las firmas de inversión es a doce meses, para el S&P 500 prevén un recorrido adicional superior al 6% y que le llevaría a superar los 2.400 puntos por primera vez. Del mismo modo, para el Nasdaq 100 esperan un recorrido del 4%, hasta el nivel de los 5.500 puntos.
A la espera de que estos selectivos renueven máximos históricos, Europa se mantiene sin batir niveles importantes. "Las resistencias clave que recomendamos vigilar, son los 4.600 del Cac, los 3.100 del EuroStoxx 50 o los 10.800 del Dax. Mientras no se superen consideramos precipitado aumentar la exposición a bolsa ya que se mantendrá el riesgo de asistir a una fase de ajuste", indica Joan Cabrero.
En el caso del Ibex, el experto destaca que tiene que alejarse del soporte de los 8.540 puntos, ya que si lo pierde se pondría en jaque el proceso de reestructuración alcista que protagoniza durante los últimos meses y se abriría la puerta a una caída a los 8.225 puntos. Por otro lado, su resistencia se sitúa en los 9.255-9.360 puntos, hasta los que tendría que ganar más de un 7 y un 8%, respectivamente, desde los niveles actuales. Ayer el selectivo cedió un 0,56%, hasta los 8.638,5 puntos. El índice es el que peor está digiriendo la elección de Trump debido al nivel de endeudamiento de sus empresas, ya que la expectativa de que el nuevo gobierno de EEUU genere inflación provoca que la renta fija se tensione y, por tanto, que para las compañías sea más costoso financiarse.
EEUU gana algo de atractivo
Los gestores vuelven a ver cierto atractivo en la bolsa de EEUU. Así, lo refleja la última encuesta de Bank of America Merrill Lynch, ya que un 4% de los encuestados sobrepondera la renta variable americana frente al 7% que la infraponderaba antes de las elecciones.