
La elección del republicano Donald Trump como el próximo presidente de Estados Unidos no sólo causó un seísmo en el partido demócrata sino también entre sus donantes más importantes, entre ellos el multimillonario inversor, George Soros. Según adelanta Politico, Soros y otros miembros clave de la "Alianza Demócrata" se reunieron ayer en el hotel Mandarin Oriental, como parte de una conferencia que durará tres días. Buffett vuelve a ser la segunda fortuna del mundo gracias a Trump.
Desde que Soros co-fundase este grupo en 2005, sus miembros, muchos de ellos importantes empresarios e inversores, han inyectado más de 500 millones de dólares a distintos grupos de activistas y candidatos políticos que congenian con la ideología política de este inversor. La Alianza Demócrata, que en 2016 incluye a más de un centenar de "titanes de la finanzas", según Politico, obliga a sus miembros a donar al menos 200.000 dólares anuales a grupos de activistas respaldados por esta organización.
Sin embargo, obviamente, los esfuerzos de este importante grupo y del propio Partido Nacional Demócrata no han conseguido movilizar a la clase obrera del país, un voto que ha viró hacia Trump gracias a sus promesas electorales de "Hacer América Grande de Nuevo". Es por ello que en las reuniones de los próximos días, Soros y miembros del partido demócrata, como la líder del partido en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosy o la senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren, planearán una estrategia para frenar la agenda de los primeros 100 días de Trump como presidente.
Una hoja de ruta que el establishment demócrata y sus principales donantes califican de "una asalto terrible a los logros del presidente Barack Obama" y la visión de esta alianza que apoya una nación "justa e igual para todos". En sus primeros 3 meses como mandatario, el republicano no sólo frenará la contratación de funcionarios e impondrá una prohibición de cinco años para que cualquier cargo público pueda ejercer labores de lobby sino que también quiere cancelar miles de millones de dólares en programas dirigidos a Naciones Unidas en materia de cambio climático y derogar o sustituir la reforma de salud de Obama, más conocida como Obamacare, entre otros menesteres.
Por su parte, Warren Buffett, el Oráculo de Omaha y responsable de Berkshire Hathaway, quien apoyó la candidatura de la demócrata Hillary Clinton, dejó claro durante el fin de semana su apoyo "a cualquier presidente de Estados Unidos". Al referirse a Trump, el segundo individuo más rico del mundo, con una fortuna aproximada de 70.600 millones de dólares, dijo que "se merece el respeto de todos". Según su punto vista esto no quiere decir que no se pueda "criticar o estar en desacuerdo" con sus políticas o posturas, matizó a la CNN.
De hecho, Buffett, quien espera que Trump demuestre que puede ser un buen presidente, mostró su reticencia a la promesa del presidente electo de poder impulsar el crecimiento económico a este lado del Atlántico. "Nadie será capaz de impulsar la economía en términos reales un 4%", señaló añadiendo que las matemáticas empleadas por el empresario republicano "son poco comunes".