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Pastor vendió bonos de Lehman sin realizar los tests requeridos por Mifid

Quería un producto seguro y acabó con bonos preferentes de Lehman Brothers en su cartera. ¿Era el producto adecuado a su perfil, muy conservador? Nunca lo sabrá a ciencia cierta porque su entidad, Banco Pastor, no le realizó el test de conveniencia obligatorio desde finales de 2007.  Ahora el valor de esos bonos es cercano a la nada, desde que el banco de inversión estadounidense suspendió pagos el 15 de septiembre.

El 1 de noviembre de 2007 entró en vigor la Directiva Mifid, una norma europea que regula estrictamente la relación entre la banca y los clientes a la hora de contratar productos de inversión. Una de sus estipulaciones de mayor importancia es la obligación del banco de realizar un test de conveniencia al cliente antes de asesorarle sobre este tipo de productos, ya sean complejos -opciones y futuros, hedge funds, o estructurados, entre otros- o no complejos -acciones, bonos y fondos de inversión, entre otros-.

Falta de información

"Banco Pastor (PAS.MC) cumple rigurosamente con la Mifid", explican fuentes oficiales del banco. "Todos los protocolos y procedimientos están en funcionamiento desde su entrada en vigor, y durante el proceso de venta de cualquier producto el cuestionario salta en la pantalla del comercial en varias ocasiones", añaden. Según los folletos de la CNMV, sólo cuando es el cliente el que solicita directamente la contratación de un producto no es necesario realizar estos tests.

No fue el caso esta vez. El cliente pidió consejo en su oficina sobre productos seguros en los que invertir, fuera de la bolsa, y el banco le aconsejo una emisión de bonos preferentes de Lehman Brothers emitidos en Reino Unido.

En diciembre de 2007, la calificación de la deuda de la firma era de A+ según Standard & Poor's -ligeramente susceptible a los efectos adversos de un cambio en las circunstancias económicas, pero todavía con una fuerte capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras, según la definición de la propia agencia-, dentro del grado de inversión y sin riesgo aparente de quiebra. En principio, ajustado a un perfil de riesgo conservador.

El test de conveniencia, sin embargo, no sólo mide esa adecuación, sino el conocimiento que el inversor tiene del producto y de los riesgos que conlleva, y su experiencia anterior con los mismos. Un bono preferente es el segundo en el orden de cobro en el caso de quiebra del emisor, por detrás de la deuda senior, y por delante de la subordinada. En este caso, el inversor desconocía este dato.

Banco Pastor asegura que, desde la entrada en vigor de Mifid, sólo tres clientes han contratado bonos de Lehman Brothers.

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